No conocía las múltiples facetas de una lengua traviesa. Christopher movía la suya dentro de mi boca como si tuviera vida propia.
Alrededor de mis dientes, aspirando mi lengua y sobre mis labios, que se abultaron ansiosos por devorar los suyos.
«¿Te asusta lo que ves?»
Me preguntó. Yo no podía apartar la vista. Mi jefa estaba sobre la mesa, con Miguel entre sus piernas. Tengo que reconocer que el chico era habilidoso.
La visión me excitaba, me turbaba, me inquietaba. Sentí una mezcla de vergüenza y confusión. Y al mismo tiempo, mi libido respondía gozosamente ante aquella imagen licenciosa.
Christopher se apretó contra mí. Al sentir su torso tan cerca, por primera vez, supe que ya nunca podría negarle nada.
«Mirar no te hará daño»
Dijo. Mis ojos volvieron al despacho, donde mi jefa se moría de placer y enredaba sus dedos en el cabello de mi compañero.
Imaginé cómo sería al revés, que fuera yo la que estuviera sobre la mesa y el rostro de Christopher estuviera entre mis piernas mientras ella y mi compañero nos miraban con deseo.
Me excité aún más, si es que era posible. ¿Acaso me ponía que otros me mirasen?
Acababa de descubrir que ser el centro de atención me resultaba deliciosamente morboso.
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Pideme lo que quieras "Kamasutra"
FantasyPequeños relatos eroticos de "Pideme lo que quieras" Si no te gusta este tipo de contenido no lo leas y ya, deja que a los que si nos gusta lo leamos las veces que querramos. 🚫No lectoras fantasmas. Adaptacion (Asi que todas los derechos a Megan...