•Sexo online•

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«Desnúdate para mí», me dijo Chris desde la pantalla del ordenador. Se me hacía raro que nos habláramos así, pero la tecnología estaba de nuestra parte.

Comenzó a describirme lo que él veía en su imaginación. Varios hombres me miraban junto a él, mientras yo, tumbada en la cama,

esperaba a ver quién sería el primero en poseerme. Su imaginación era una máquina de excitación para mí.

Me pidió que me tocara. Mis dedos volaron por mi cuerpo, parándose en las zonas más erógenas de mi piel.

Cerré los ojos y empecé a imaginar... Tres hombres querían apoderarse de mí.

Le pedí que se tocara él también. Verle acariciarse me ponía a cien. ¡También sabíamos jugar a distancia!.

«¿Te gusta cómo me miran esos hombres?», le pregunté siguiéndole el juego.

Le pedí que siguiera dándose placer a sí mismo mientras yo le veía en la pantalla, deseosa de estar a su lado, pero disfrutando de nuestro sexo online.

De nuevo fui yo quien empezó a describirle lo que me hacían, él y otro hombre, en mi imaginación.

Le gustaba, lo sentía, lo veía en cada movimiento de su cuerpo y en cada gesto de su rostro.

Su placer era mi placer… ¿Sería la tecnología nuestra nueva compañera de juegos a partir de ahora?.

Pideme lo que quieras "Kamasutra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora