La imaginación es un maravilloso instrumento sexual. Extraía las imágenes de mi memoria para estimularme de nuevo.
Yo con Chris; yo con Björn; yo, entre Chris y Björn… Pensar en lo que habíamos hecho juntos me excitaba de una forma inconfesable.
Mis manos juguetearon con el regalito de Chris. La potencia aumentó y me dejé llevar por mis fantasías.
Estaba de nuevo en aquel bar, sentada en el taburete de la barra. Chris me susurraba lo que iba a hacer conmigo.
Había varios hombres y yo entregaba mi desnudez a sus miradas libidinosas.
La música de Aerosmith retumbaba en mi cuerpo con vibraciones que me hacían palpitar. El calor aumentaba segundo a segundo.
Crazy… Así estaba yo, loca por Chris y sin poder dejar de pensar en él ni un segundo.
Me metí en la bañera y volví a juguetear con el fantástico juguete. ¡Qué invento!, me dije agradecida.
Las palabras de Chris me incitaban a continuar, a seguir dándome placer a mí misma.
Me mordí los labios. Él continuaba hablándome y excitándome en mi imaginación.
Mi centro de placer comenzó a responder a mis juegos haciéndome palpitar. Crazy…
«Estoy loca por ti, Chris.»
ESTÁS LEYENDO
Pideme lo que quieras "Kamasutra"
FantasyPequeños relatos eroticos de "Pideme lo que quieras" Si no te gusta este tipo de contenido no lo leas y ya, deja que a los que si nos gusta lo leamos las veces que querramos. 🚫No lectoras fantasmas. Adaptacion (Asi que todas los derechos a Megan...