capítulo 14.

3.7K 583 29
                                    

Esa misma noche el doncel estuvo encerrado y pasando frío en esa oscura celda hasta que al día siguiente por la madrugada la misma mujer fue quien lo despertó tirándole agua helada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa misma noche el doncel estuvo encerrado y pasando frío en esa oscura celda hasta que al día siguiente por la madrugada la misma mujer fue quien lo despertó tirándole agua helada.

El doncel rápidamente se despertó desconcertado, limpiando su rostro para después mirar a la odiosa mujer.

—Espero que el joven WanYin haya dormido bien —Habló con sarcasmo.

Jiang cheng la miró acercándose, dispuesto a tirar de ella, pero fue rápidamente sometido por los guardias.

—Suéltenme…

Resoplo con molestia.

El frío calaba sus huesos, pero no le presto mucha atención ya que lo único que quería era liberarse.

—Llévenselo de inmediato a la residencia de la emperatriz, ¡que se arrodille hasta que el lo ordene!

Los guardias obedecieron y se llevaron al joven doncel.

Cuando llegaron a la residencia, Jin Guangyao se encontraba ahí junto a su sirviente, esperando pacientemente y al ver a Jiang cheng siendo obligado a arrodillarse ante él, sonrió con satisfacción y burla.

—Buenos días Joven Jiang, espero que su celda de castigo haya estado muy cómoda.

Una sonrisa sarcástica cruzaba por sus labios.

Jiang cheng no cedió ante sus burlar y continuó con la cabeza gacha viendo como las gotas de agua caían al suelo.

—La emperatriz te habla, esclavo insolente —escupió el otro sirviente

—Su She, Qin Su, no traten de hablar con alguien que no entiende con palabras, será mejor que lo vigilen, yo tengo muchas cosas que hacer en lugar de perder mi tiempo con alguien como él.

—Por supuesto, antes de que me olvide de este detalle. Quiero que envíen guardias a la residencia de su alteza el príncipe Lan, claro que también si su querido sirviente se interpone, enciérrenlo y no dejen que nadie salga de esa residencia lo mismo con el Jingshi, no quiero que Lan WangJi ni nadie se interponga en esto.

Sin decir más ingreso a su residencia, dejando a sus sirvientes y algunos guardias cuidando del Joven.

  .  .  . ᘛ .𖥸. ᘚ.  .  .    

En los aposentos de Lan Qiren, el doncel mayor no había podido dormir como corresponde, toda la noche había estado dando vueltas y vueltas.

Si no fuera por WuXian, quien le había hecho compañía toda la noche, se habría vuelto loco si seguía con eso.

—Su alteza, tenemos que informarle a su majestad.

—Lo sé, pero no podemos irrumpir en el Hanshi en estos momentos, como dijiste, Xichen estaba muy ocupado y de seguro se encuentra muy cansado. Lo único que nos queda en ver como se encuentra WanYin.

El esclavo de Yunmeng (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora