Haber nacido como un ser capaz de llevar vida dentro suyo no era algo que Jiang Cheng hubiese deseado. Como heredero al trono del pacífico reino de Yunmeng desde nacimiento -antes de saber su tragedia- Jiang Cheng había cumplido los caprichos de sus...
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Por la mañana el reino de LanLing Jin había sido informado a través de una carta del emperador de la revocación de la emperatriz, Jin Guangyao. Se les había informado a los reyes que todo lazo relacionado a lo político quedaba intacto, ya que después de todo el emperador no podía darse el capricho de cortar alianzas con uno de sus reinos vecinos, no quería generar guerras innecesarias.
Eso, la relación del rey Jin Guangshan como suegro del emperador había quedado anulada, sólo los unía el heredero al trono, algo que molesto al rey, porque él inepto de su hijo había perdido todo por culpa de sus caprichos.
Esa misma mañana también Jin Guangshan exploto en furia al enterarse, no podía creer nada de lo que decía esa miserable carta.
Pero su nieto.
¡Claro!
Al menos le quedaba su nieto. Era su único apoyo para acercarse al emperador.
De vuelta en el imperio, este estaba muy pero muy silencioso. Ya nada era igual desde hace unos días atrás.
El emperador lucia realmente molesto con todo lo que hacian o le decían.
No pasaba tiempo con sus hijos y lo único que hacía era estar encerrado en su habitación u oficina.
El general Nie por su parte lucia tranquilo con respecto a lo que había hecho, ¿cómo no? Si nadie sabía lo que hizo.
Debido a que el emperador no solicitaba de su servicio y se la pasaba encerrado el general comenzaba a pasar tiempo con Rusong. Comenzando a llenarle la cabeza al infante la razón del porque su madre fue castigado, el niño, que no entendía a que se refería porque técnicamente eso era lo que era, un niño, no le prestaba mucha atención y seguía con lo suyo, jugando y estudiando.
Lan Qiren quien estaba encantado mientras pasaba tiempo con sus nietos comenzaba a recibir noticias de la búsqueda que había enviado a realizar hace ya un año atrás
Por la mañana le había llegado una carta informando sobre que los reyes de Yunmeng Jiang habían tenido un segundo hijo y su heredero, el cual nunca presentaron ante el emperador, el joven príncipe sólo era amado y conocido por sus súbditos hasta que cumplió los 17 años desapareció sin dejar rastro alguno, borrando todo rastro de que alguna vez existió un heredero. Obligando a los personas de Yunmeng y Lotus Pier no hablar del ex príncipe.
Lan Qiren comenzaba a sospechar acerca de quien podía ser el heredero,pero no podía sacar conclusiones hasta tener las pruebas necesarias. Si sus sospechas se confirmaban él mismo se encargaría que los padres del heredero pagaran por el sufrimiento hecho a su hijo.
Mientras tanto estaba satisfecho con lo que tenia en sus manos.
Ahora solo esperaba pacientemente a que el castigo de Jiang WanYin finalizara. Pues el mismo se encargaría de su educación para su futuro prometedor.
