Haber nacido como un ser capaz de llevar vida dentro suyo no era algo que Jiang Cheng hubiese deseado. Como heredero al trono del pacífico reino de Yunmeng desde nacimiento -antes de saber su tragedia- Jiang Cheng había cumplido los caprichos de sus...
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En el momento que la emperatriz ingreso al palacio y se dirigía a sus aposentos, pudo escuchar las habladurías de las mujeres.
Para satisfacer su curiosidad detuvo a una de las doncellas.
- ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué los fuegos artificiales a esta hora?.
- Su alteza, la princesa Wen esta embarazada. El príncipe Nie será padre.
La noticia repentina lo congeló en su lugar, dejó ir a la criada y se retiro a sus aposentos a toda prisa. - Emperatriz... o debería llamar casi Madame Jin.
La sarcástica voz de una mujer se escucho en los pasillos.
El Jin volteó listo para abofeterar a la mujer por su falta, pero este fue detenido.
- Por favor no lo intente. Aún me debe y no quiero hacerle daño.
- Cómo te atreves a querer ponerte en la misma posición que yo, no eres más que una simple delincuente igual que el bastardo de tu hermano.
- Jin Guangyao, no me obligué a hablar, calmese.
- ¿Por qué demonios me llamaste Madame?
La característica sonrisa ladina de la joven dejo confundido al Jin.
- Es bueno que su alteza esté de regreso, por favor discúlpeme, me tengo que ir. - Hizo una leve reverencia y se fue.
Trato de calmar su respiración y dibujo una sonrisa en su rostro, antes de empezar debía ir a anunciar su llegada con su marido.
Así que sin más se retiro hacia el salón principal.
Con Lan Xichen, después de haber dejado la residencia de su tío volvió a su rutina, con sus funcionarios y lo mismo de siempre.
-Su majestad...
- No de nuevo, es suficiente, la emperatriz Jin regresa hoy -Explicó cansado.
- En realidad queríamos hablarle sobre su segundo consorte, Noble consorte imperial Jiang, a pasado un año desde que le dio el rango, pero no a contraído matrimonio con él, va contra las reglas. Pero su majestad... no sería correcto que se case con un esclavo.
Lan Xichen levantó la cabeza rápidamente y se quedó mirado a los hombres.
Había estado tan ocupado que se había olvidado de ese asunto. Aunque eso no era parte del acuerdo, ellos le dieron su palabra para casarse con Jiang cheng
El día que Jiang WanYin había subido de rango como noble consorte imperial, los funcionarios no habían estado contentos de que su emperador le haya dado un título de alto rango sin antes pasar por una ceremonia de bodas y más a un esclavo, la única razón para que pudiera darle aquel rango era con la condición de que se casarian. Pero aquello solo era habladurías de sus funcionarios, ya que jamás pensaron que su emperador lo tomaría tan enserió, el siemple hecho de casarse con un esclavo que se había convertido en consorte... no querían eso para su emperador.
