Cap 8

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El dúo caminaba en silencio cada uno sumido en sus pensamientos, pasaron por un puesto de helados y kagome se detuvo a comprar un par, se sentaron en una de las mesas y kagome le entrego a Sesshomaru un helado de vainilla con chispas de colores y una cereza encima mientras el de kagome era de fresa con sirope de chocolate y chispas de chocolate blanco. Sesshomaru miro a kagome quien le daba pequeñas lamidas al helado así que el youkai imitó su acto y probó aquel manjar frío que hizo que su paladar bailara.

Sesshomaru: Miko, que esto?

Kagome: Se llama helado y es un postre para los días calurosos pero si no te lo comes se derretirá y te quedará solamente una bebida- explicaba está con su mirada perdida.

Sesshomaru: Hmp, sentiste la....(fue interrumpido).

Kagome: Si la sentí, y es raro ya que en esta época son muy raros los demonios que se pueden ver, por eso te voy a contar todo en mi casa es más seguro.

Después de comer aquel postre refrescante se fueron a la casa de la miko, luego de un par de minutos llegaron a las grandes escaleras que daban al templo subieron y entraron kagome preparon un poco de te y le dió a Sesshomaru quien lo recibió y tomo sorprendiendo ligeramente a la chica después de beber el té la mujer se dispuso a contarme aquella antigua profecía.

Kagome: Bien Sesshomaru te contaré la profecía a la que parece estoy atada.

Historia.

Hace varios milenios mucho antes de que tú o cualquier otro ser existiera, la diosa Suki aquella que otorgó los poderes sagrados a los humanos tuvo un sueño sobre la destrucción de la raza humana, quienes fueron eliminados por los youkais en un intento desesperado por ser la raza dominante, en fin, ella para evitar este conflicto les concedió estrictamente a las sacerdotisas un poder de curación masivo, pero este solo se activará cuando sienta el gran deseo de protejer la vida de alguien muy especial para ella pero hay otra habilidad si ese ser pierde a su amado y desea con todo su corazón y alma que esa persona vuelva a la vida la puede revivir pero durante todo este tiempo solo han habido muy pocos casos en dónde cada cierto tiempo nacía una sacerdotisa conteste poder pero ninguna de ellas a a logrado controlarlo a perfección.

Fin de la historia.

Sesshomaru: Hmp y que tiene que ver todo esto contigo?- pregunto el youkai con visible interés.

Kagome: Pues hace algún tiempo tuve un extraño sueño dónde estaba hablando con dicha diosa, y me dijo que yo era la elegida, que me prepara ya que se acerca el día en dónde el sueño que tuvo por fin se hará realidad, pero ( hizo una pausa ) en el sueño ví parte de esa pelea y a mi lado se encontraba un hombre junto a mi, Suki me dijo que el sería activador de mis poderes pero no estoy segura.

Sesshomaru: Porque no estás segura?.

Kagome: (suspiro) Porque ese hombre....... Eras tú Sesshomaru.

En el Sengoku.

¿?- Quiero que busquen a los youkais más fuertes que encuentren y los traigan ante mi, en dos meses se iniciará una batalla y no estoy dispuesto a perder!!- ordenaba aquel sujeto sentado ahora en una especie de trono.

¿?: Si señor Danzou!- dijo uno que parecía ser el líder de los soldados.

Miroku: Oye Sango yo creo que ya es hora de cambiarle el pañal a Obito- decía el monje mientras le daba a el niño.

Sango: Está vez no exelencia, hoy lo cambiara usted- decía Sango mientras le devolvía al niño.

Miroku: Pero Sanguito no puedes hacerme esto- hablaba el monje.

Sango: Lo siento exelencia pero usted quería hijos así que debe aprender a cuidarlos también- punto para la exterminadora.

Rin solo observaba la divertida cara que colocaba el monje Miroku, mié tras Sango tenía una sonrisa triunfadora y burlona, pero apresar de todas las distracciones posibles no podía olvidar el hecho de que su amo no había ido a por ella en varios días , pero sabía que su amo era un youkai ocupado así que lo seguiría esperando sin importar cuánto tiempo tarde. Al igual que Rin, Jaken también estaba triste de no ver a su amo bonito además de que estaba preocupado pues había ido al palacio del oeste y su amo no había ido a ese lugar desde hacía varios días y eso era algo extraño y más en su amo.

Inuyasha se encontraba en la cabaña de la anciana Kaede con una miko revivida que estaba en las últimas semanas de gestación, e iba a dar a luz a un cuarto de hanyo (tipo moroha) y que extrañamente estaba más débil con el paso de los días.

Inuyasha: Oye Kikyo, te encuentras bien no te ves bien- preguntaba el hanyo al ver a su amada más pálida de lo usual.

Kikyo: Si Inuyasha, estoy bien no te preocupes, solo estoy un poco mareada es todo- le respondió con una sonrisa.

El hanyo desistió de seguir su interrogatorio porque sabía que ella no le iba a dar más respuestas, así que salió de la cabaña con rumbo al bosque para buscar un poco de fruta para llevarle a su mujer.

En el fondo el sabía que los partos de youkais y humanos era muy peligroso, ya que su madre murió cuando lo dió a luz, pero el fondo de su ser le rogaba a kami que su amada y su hijo estubieran bien.

Hola amigos aqui el capítulo 8 espero y lo hayan disfrutado mucho.

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De Humana a YoukaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora