50. Bebés.

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2 meses después...

Hoy era ese grandioso día en que los chicos de NoMeRevientes regresaban al chulo Distrito Federal luego de una gran jornada fuera de éste, se divirtieron al máximo en cada una de las convivencias que se llevaron a cabo en diferentes ciudades, a algunas ya habían ido pero a otras no, era algo nuevo para ellos y eso los entusiasmaba demasiado.

La gente los recibió y despidió de una manera increíble, tan amables y amorosos que prometieron regresar lo más pronto posible pero para ello deberán programar fechas nuevas. Recibieron regalos y algunas cortesías.

Las chicas irían al aeropuerto a recogerlos para llevarlos de regreso a casa y éstos descansasen pues lo más lógico era que estaban agotadísimos, más pepe que fue el único que salió el doble, una para los conciertos que daría con su banda y la otra para regresar y asistir a las convivencias. Pero todo con la finalidad de complacer.

-Joder ____ ¿por qué carajos no pisas más a fondo el acelerador? -reprende valeria en el asiento del copiloto.

-Cierra la boca, eso hago. -bufa.

-Tranquila vale, los chicos saben esperar. -ordena la chiki chuky pacíficamente.

El tráfico no ayudaba mucho en este caso, yayo le había enviado un mensaje a su hermana diciéndole que llegaban al Distrito Federal a las cuatro de la tarde y que la esperaría junto a los chicos en el aeropuerto para que pasase a recogerlos. Le pide a la chiki chuky que observe la hora y han pasado más de veinte minutos desde que salieron de casa para ir por ellos.

-Chingada madre pequeñaja ¿vienes o no? -respinga yayuas desde el altavoz del celular de ella.

-Claro que sí grandulón pero el tráfico no me está ayudando ¿qué demonios quieres que haga? ¡Ni que pudiese ir volando! -resopla y da un buen golpe al volante.

-Me caga el puto tráfico. -comenta con esa típica voz de sus vídeos cuando empieza a quejarse de algo que no le parece-. Pero vendrás por nosotros ¿cierto?

-Te lo prometí hermano, y eso es lo que hago pero el tráfico me está colmando la paciencia. -acto seguido empieza a tocar el claxon sin parar.

-Relaja la ira pequeñaja, te puede hacer daño. Escucha, no te preocupes, te esperaremos, me envías un mensaje cuando llegues ¿va?

- ¿Estás seguro de lo que dices?

- ¿Acaso sueno como si estuviese mintiendo? Obvio no, así que tú despreocúpate, por lo tanto iremos a comprar algo de comer.

-Aguarda antes de que cuelgues...

- ¿Sí hermanita?

- ¿Te pusiste a dieta? -frunce el ceño sin quitar la vista del camino.

-Am, sí ¿por?

-En el aeropuerto te digo, adiós.

Y entonces valeria finaliza la llamada antes de que éste pudiese continuar con algo más. Los minutos estando en la camioneta se hacían cada vez más eternos para las chicas que inclusive se estaban aburriendo, de la casa al aeropuerto no era para nada cercano.

Quince minutos después de estar en el maldito tráfico, finalmente pudieron lograr llegar al aeropuerto en donde los chicos les esperaban quizá con entusiasmo.

- ¡Pensé que era broma que te habías puesto a dieta! -____ mira a su hermano perpleja pues éste se veía sumamente delgado luego de haber estado rellenito.

-Yo no soy ningún mentiroso pequeñaja. -comienza a mover sus cejas de arriba abajo-. ¡Ven acá y dame un abrazo! ¡Te extrañé chingos!

- ¡Yo más grandulón! ¡Te ves increíble! -sonríe al corresponder su abrazo.

Problemas. [3ra. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora