Problemas. [3ra. Temporada]

9. ¿No te acuerdas?

Maratón 3/6.

____:

La luz solar estaba en mis ojos, fruncí el ceño de mal gusto, me tapé con la sábana hasta arriba pero aun así éstos la traspasaban, gruñí molesta y por desgracia tuve que despertar. Ahí estaba yo, en mi bonita habitación morada. Bostecé y me incorporé bien en la cama, me estiré un poco, observé la hora del reloj de mi buró, eran cuarto para las once.

Elegí un conjunto de ropa y ropa interior para ponerme el día de hoy, me adentré al baño, me desnudé y luego me incorporé en la regadera, dejando que las gotas de agua invadieran mi cuerpo desnudo, la ducha de agua tibia era tan relajante, no quería salirme, lo juro. Esa ducha me hacía librarme de vagos pensamientos que de un momento a otro me llegaban a frustrar. La bendigo.

-Hoy será un gran día. -musité.

Al cambiarme, cepillarme los dientes, maquillarme un poco y hacerme una coleta, salí del baño y ordené mi cama, finalmente salí de mi habitación, bajé las escaleras y me dirige a la cocina en donde estaba mi hermano desayunando waffles.

-Buenos días pequeñaja. -sonríe.

-Buenos días grandulón. -saludé.

Me serví un par de waffles y un jugo de naranja, tomé asiento en una silla que quedaba frente a mi hermano y comencé a desayunar. El desayuno estaba delicioso, me pregunto si él lo hiso.

- ¿Tú hiciste esto? -enarco una ceja al momento de verle.

-Sí. -responde.

-Felicidades, te salieron perfectos. -le felicito alegre.

-Gracias. -agradece.

-De nada.

- ¿Tienes planes para hoy? -frunce el ceño.

-sí, iré con Jason al cine.

Mi hermano casi se atraganta con un trozo de waffle pero yo le di unos leves golpecitos en la espalda hasta que por fin pudo pasarse aquello que lo estaba casi ahogando. Sus ojos estaban abiertos como platos.

- ¿Al cine?

-Sí. ¿Por qué?

- ¿Lo vas a twittear?

-Um, no. ¿Debería?

-Pues sí ¿no crees?, se ve que si están yendo enserio.

-Yo ya te dije que él y yo sólo somos amigos, sólo eso. AMIGOS. -enfaticé eso último-. Sé por qué o más bien, por quién lo dices.

-Am, ¿ya no sientes nada por él? ¿Ya no sientes nada por pepe?

¿Qué chingados? ¿A qué mierdas viene esa pregunta?

-Responde hermanita. -insiste y me toma bruscamente del brazo derecho que es cubierto por un suéter rojo, mierda dolió pero tuve que guardarme el dolor-. Porque hace tiempo que no te veo triste, quiere decir que ya diste ese gran paso del que creí haberme equivocado.

Tragué saliva ¿es acaso un puto jueguito suyo? ¿Cree que sólo puede él jugar? ¡Se equivoca! ¡Esto lo juegan dos!

- ¿Podrías repetirme lo que me preguntaste, por favor? -la sonrisa que esbozaba era cínica.

-Uh, veo que me vas a decir la verdad. -se aclara la garganta y enarca ambas cejas para verme egocéntricamente-. ¿Ya no sientes nada por pepe?

-Nada. -contesté. Haberlo dicho me dolió en lo más profundo de mi ser pero si esto era para que dejase de fastidiarme, lo vale.