24. Antojos & síntomas.

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Maratón 3/3.

Yayo:

Después de todo el alboroto que se traían, terminó por quedar todo en tranquilidad, por fin, paz y armonía, espero no vayan haber problemas hasta entonces. Así como quedaron las cosas por el momento, son mejor.

Mi hermana estaba viviendo junto a pepe en casa de la tía de él, por el momento en el que encuentran una bonita casa para ambos y su futura familia. Saber que voy a ser tío, no sé, me da algo indescriptible pero a la vez favorecedor, conocer a los hijos de mi hermana.

Mi pequeñaja.

Sería chido que en algún vídeo para mi canal, ella aparezca con el pequeño, en el cual podría presumir que me siento orgulloso de ser tío de él. Ah pero falta mucho para eso todavía o quien sabe, como tuvieron luna de miel en las vegas es obvio que tuvieron sexo.

Y dudo un chingo que pepe se haya protegido.

"Tío yayo, te quero mucho" algo así o con otras palabras me diría el pequeñín o pequeñina que llegue a tener mi hermana, cuando sepa que está embarazada. Qué salió con su domingo siete, pues.

Verga ¿es normal que lo imagine?

Da igual, sería bonito.

*-*-*-*-*-*-*-*

Hoy vino a visitarme, sola ya que pepe estaría ocupado en TRM LAB con sus compañeros, incluido juxi estaba. Platicábamos de nosotros y cómo es que nuestra relación de hermanos ha ido cambiando con el paso de los años, cada vez más unidos, parecemos chicles.

Después tuvimos una partida de Mario Kart en el xbox, le gané cuatro de cinco, fue divertido pero lo malo es que andaba muy antojada, le llevaba lo que pedía y al momento quería otra cosa, a lo que me preocupó mucho, probablemente le había entrado ansiedad.

Ósea, ella podía comer lo que le complaciera más sin embargo no tan rápido y como ansiosa, más si era por antojo. Cuando traía antojos, eran de unas dos o tres chucherías y ya pero ¿de tantas? ¡No!

Estábamos centrados en el videojuego hasta que noté como le dieron tremendas ganas de vomitar, pausó la partida y como pedo fue directo al baño en donde sin querer, escuché. Sí, estaba vomitando. Tardó un buen rato hasta que regresó tocándose la frente y tambaleándose de un lado a otro, corrí hasta ella para ayudarle para que no cayera y la incorporé en el sofá.

- ¿Qué chingados? -le miré perplejo.

-Creo que comer tanto me hiso daño. -se sobaba el estómago.

-Claro, todo fue un chingo de chucherías ¿qué querías?

-No me regañes, por favor.

- ¿Te encuentras bien? -le toqué la frente pero no tenía temperatura, al contrario, sudaba, quizá por el esfuerzo al vomitar.

-Un poco, yayuas.

- ¿Quieres que te lleve con un doctor?

-Por favor, porque... tengo días así y pepe también está preocupado.

-Bien, apaguemos el videojuego, tu salud es primordial.

-Gracias grandulón. -sonrió de lado.

Apagué el xbox y tomé las llaves de la camioneta, ayudé a mi hermana a levantarse pues se veía débil y no la culpo pero al menos cooperó para llegar hasta el elevador, salir de éste, pasar por la recepción en donde el portero estaba durmiendo y salir del edificio.

Para mi suerte había dejado la camioneta estacionada justo al frente, estaba cerca, llegando abrí la puerta y mi hermana subió agradeciéndome, rodeé ésta misma y subí por el otro lado. La encendí y arranqué rápido, la llevaría una clínica cercana.

Problemas. [3ra. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora