2. Pruebas.

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3 años antes...

____:

-Nos vemos mañana. -me dice mi guapo novio esbozando una preciosa sonrisa.

-A las cinco ¿verdad? -sonrío.

-Sí, pasaré por ti.

-Perfecto.

-Te amo.

Escucharle decir que me amaba ya se me había hecho costumbre, me encantaba que me lo repitiese cada que nos pudiésemos ver, incluso por mensajes, sentía cosquillas en mi estómago sumado con las putas mariposas revoloteando de un lado a otro. Lo que es estar enamorada.

Mis dedos se entrelazaban en su cabello negro con visibles canas en el pero eso era lo de menos, y su dedo pulgar acariciaba mi mejilla. Me fascinaban sus besos, eran de esos que te hacían transportarte fuera de la realidad en la que sólo él y yo nos encontrábamos pero acababan por falta de aire.

-También te amo. -le dije entre el beso pero tuve que parar pues ya eran las cuatro treinta de la mañana, yayo me mataría, le había dicho que llegaría un poco más temprano de la fiesta de Arnold, uno de mis ex compañeros de universidad. Lo que daba gracias a Dios es que pude lograr permanecer sobria, pepe sólo un poco.

-No más que yo chula, bien, creo que debes bajar o yayo se va a poner como toro. -se carcajeó y yo le imité.

-En eso tienes un punto a tu favor cielo, así que debo bajar ya.

-De acuerdo, nos vemos mañana. -besa cortamente mis labios y le sonrío.

-Sí. -abro la puerta de su auto y bajo enseguida-. Buenas noches amor, descansa y dulces sueños. -cierro la puerta y espero a que se vaya.

-Igualmente preciosa, te amo, hasta mañana. -corresponde y pone en marcha su auto.

Me giré sobre mis talones para caminar directo a la entrada del gran edificio de alrededor de diez pisos. Estaba con la emoción a flote, el día de mañana celebraríamos nuestros tres años de noviazgo, han sido los mejores de mi vida y sé que como vamos, probablemente lleguemos a comprometernos. Mamá ya lo sabe.

Entré al departamento esbozando una sonrisa de completa idiota que nadie me la podía quitar, saludé a mi hermano dándole un beso en la mejilla y me tumbé en el sofá grande soltando suspiros.

-Bien, no te voy a regañar por llegar a esta hora pero... sí te voy a preguntar ¿por qué tan feliz? -sonríe y toma asiento a mi lado.

-Soy tan jodidamente feliz yayo, tan feliz que hasta lloro por ello. -le digo.

-Por lo que veo pepe si se está esforzando cada vez, eh. -me codea, provocando que ría sonoramente.

-Mañana oficialmente cumplimos tres años de noviazgo, te juro que no me la creo, no había durado tanto con alguien. -juro que sigo con la sonrisa de pendeja.

-Me sorprendes pequeñaja. Um, por cierto, llegó correo hace como más de seis horas y... hay un sobre para ti. -comentó poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la barra de la cocina en donde al parecer estaban varios sobres pero tomó uno en especial, era de tono lila con una caligrafía entendible y linda, era de tamaño mediano, me lo extendió y yo lo tomé enseguida-. Seguramente es de uno de tus extranjeros amigos.

-Tal vez, lo averiguaré en mi habitación. -le dije para luego mirar con el ceño fruncido y desconfianza ese sobre, digo, es muy rara la vez en la que llega correo para mí. Estoy sacada de onda.

-Anda ve, yo estaré en mi cuarto por si necesitas algo, ya sabes. -me da la espalda y se dirige a donde acaba de decirme.

Me pongo de pie y me dirijo a mi cuarto en donde termino por encerrarme, dejo el sobre en la cama para poder desvestirme y ponerme mi pijama de gatitos de colores, agarré mi cabello en una coleta un poco alta y me lanzo a la cama no sin antes tomar el sobre lila.

"Pruebas". Decía, en ese sobre había varios stickers de caritas, como para despistar alguna cosa malvada que viniese dentro y pensar que es algo sumamente bello.

Abrí el sobre confiada, metí mi mano y de éste saqué fotografías que eran cubiertas por una nota.

"Espero que con esto te quede claro que cuando me refería a que él era mío, era porque estaba diciendo la verdad. Hemos sido amantes durante su relación, que lástima que seas tan testaruda y no lo hayas notado. Zorrita. -Sophie".

Dejé esa nota a un lado, me quedé de piedra al ver las fotografías, claramente se veía a pepe besándola, cada fotografía era distinta pero de las diez que venían en ese puto sobre, la mayoría eran de esos dos besuqueándose. Maldita sea, ya estaba llorando. Las tomé todas juntas, me puse de pie de la cama enseguida, quité el pestillo de la puerta para abrirla con desesperación, me dirige al cuarto de mi hermano en el que toqué como loca.

Salió exasperado, traía puesta una camiseta gris sin mangas y su pantalón rojo de changuitos para dormir.

- ¡¿Qué chingados te pasa?! -espeta y luego me mira-. ¿Por qué lloras? -frunce el ceño.

- ¡Me es infiel! ¡Me es infiel! -repetía con voz quebrada.

- ¿Huh? ¿Qué pedo? -me miraba sin entender.

- ¡Aquí están las pruebas! -las dejé caer al suelo, éstas se esparcieron quedando a su vista. Cubrí mi rostro que no tardó en ser bañado de lágrimas, hincándome así.

- ¿Có-Cómo puede ser esto posible? -observó cada fotografía provocando que el coraje se apoderara de él en segundos. Posa su mirada en mí y me da un abrazo protector que yo no tardo en corresponder-. Ese infeliz me las va a pagar todas juntas.

- ¿Por qué lo hiso yayo? ¡Yo lo amo! -fue ahí que lloré más y me aferré a él, mojando su camisa con mis lágrimas. Me sentía de la chingada-- Y pensar que estaríamos en planes de comprometernos.

-Quisiera saberlo yo hermana pero... -deja de abrazarme y acuna mi rostro entre sus manos- te prometo que mañana mismo me las paga, él muy campante besándose con cualquier puta que se le ponga encima y tú acá bien gracias, dedicándote a tu trabajo y él. -limpió algunas lágrimas que salían como cascada de mis ojos.

-No yayo, no quiero que vayas a cometer la estupidez de aquella vez donde casi lo matas.

- ¿Entonces? ¡No puedo quedarme así de brazos cruzados como tú!

-Ma-Mañana nos veremos, yo... hablaré con él. Lo prometo.

- ¡Estás loca! ¿Crees que no te conozco o qué? ¡Se la vas a perdonar!

- ¡No lo estoy! Y ten por seguro que esta vez no voy a cometer otro error.

-____ sólo ponte a pensar -me zarandea- ¿vas a ser tan tonta y dejarte llevar por el amor que se lo vas a pasar?

Negué de inmediato.

-No vuelvas a caer en sus redes, tan sólo mírate cómo estás ¿y qué debe de estar haciendo él? ¡Exacto! ¡Viéndote la cara de pendeja mientras se está besuqueando con la perra de las fotografías!

Ahora ya comprendía lo de aquellas veces en las que me cancelaba justo el día en que nos veríamos pero yo de estúpida le creí que era por trabajo de la banda.

Puta madre.

Recuerdo tan bien ese puto día, el peor de toda mi no santa vida. Aún no sé cómo aborrecerlo, sólo recordarlo duele.

Y saber que ya estaba aferrada a la idea de que él era el amor de mi vida.

Para entonces ganas de quitarme la vida no me faltaban a pesar de que fuese la idea más estúpida que pudo cruzarse por mi mente pero sinceramente... duele.

Problemas. [3ra. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora