Juntos ²| Jungkook

Capítulo 24

Doy un asentimiento de cabeza a mi enojona que me avisa que irá al baño, luego dirijo la vista al frente dando con el chico Kanawut, que en estos diez minutos estando en la cafetería, me observa dubitativo y sé que es referente a Choi Seohyun porque no se ha atrevido a hablar.

Llevo el vaso con agua a mi boca, esperando a que sepa lo que va a preguntar. Supongo se ha de tardar para no terminar regañado o quizá, yéndose a los extremos, mandar a que lo golpeen...o quizá me imagino cosas locas.

–Bueno, ¿por donde empiezo?, ya sé que por el inicio – me ha hecho el favor de no hablar –¿Cómo no verme tan entrometido y termines golpeándome?

Suelto una risa –Vamos, ya no te veo como una amenaza. Eso quiere decir que puedes sentirte en plena confianza.

–¿Sabes si hay problemas en casa de Seohyun?

Vuelvo a reírme, sin embargo me detengo al verlo tan serio, solamente quedo con una sonrisa, todavía diciendo que eso sonó gracioso.

–Es cierto, no sabes que vivimos ocho jóvenes en una sola casa y que del otro lado de esta, están sus padres. En realidad, desconoces completamente de nosotros.

–Me siento realmente ofendido.

–Te contaremos nuestros secretos más oscuros si vas al grano.

–Tuvimos la reunión con los demás para el proyecto, y logré notar lo cansaba que estaba y unas recientes ojeras.

Giro un poco sobre mi asiento, esperando a que no aparezca y se tarde lo suficiente. Es decisión de mi chica el contarle o no el porqué de sus estados de emoción, sumando a los idiotas de sus compañeros, pero si quiere ayudarme a que se sienta bien ella misma, le daré hasta los mínimos detalles.

–Su padre sufrió un accidente, padre el cual no estuvo con ella por ocho años, no preguntes el qué, solo debes saber que eso le ha afectado últimamente. Teme perderlo y por ello, tiene pesadillas, de dos a tres a lo largo de la noche y madrugada.

Me pongo a la defensiva escuchando pasos, me relajo al darme cuenta que es un mesero atendiendo a otros clientes.

–No ha dormido bien, aún si se lo pido diciendo que la cuidaré y no me iré de su lado.

–Tiene mucho miedo.

Asegura, afligido e igual de atento a que no se aparezca de la nada. Trago y disipo las lágrimas recién formadas, recordando el otro detalle.

–De pequeña sufría de problemas de ira, estos pueden volver a surgir si todo a tu alrededor cambia a mal – suspiro –Si se siente triste, temerosa por el señor Choi, por los integrantes de tu grupo enojada, irritada, frustrada.

–Muchas emociones mezcladas.

–Exacto. Es una de la razones por las que te la he encargado estando con ellos o cuando sea necesario. De igual manera la ayudas a sentirse querida.

–¿Se ha sentido sola?

–Teme estarlo. El que su padre se fuera de casa a su corta edad, provocó el prohibirse sentir afecto por personas desconocidas, pensando en que terminarían por irse.

Suena la campanilla que dispone el lugar, logrando captar mi atención. El grupo de idiotas entra riendo, desprendiendo un aura de egocentrismo combinado con maldad.

Pronto se une Gulf a presenciar lo mismo, y no lo hubiera hecho, si mis expresiones no demostraran repulsión. Llamo su atención procurando a que no sepan que nos encontramos aquí, o se acercarán, vendrá Choi Seohyun y todo terminará en un caos.

Espero a que solo estén de pasada, porque aunque la mejor salida sería correr para que no se les ocurra descontrolar las cosas, quiero un ambiente sano para mi novia.