Juntos ²| Jungkook

Capítulo 6

Decaída más mierda había tenido, será primera y última vez que me pasa eso. Bien, a él no le gustó, que se joda, no tengo que estar llorando por su opinión.

Es que agh, recordar que el comentario de una tercera persona me afectó, hace que me entren ganas de darme un balazo. Y sin poder olvidar, hasta el extremo que llegué por estarme subestimando, le grité a mi novio, le di la idea más dolorosa que alguna vez escuché. Creo que era momento de poner en práctica lo que Namjoon dice.

Entonces no iba a llegar a aquél edificio como si no supiera a donde dirigirme, porque luego de ser una María Magdalena, insulté a ese hombre y en ese transcurso, me di cuenta que - gracias a mis chicos - se desquitó por no pedirle ayuda, para verme arrepentida y arrastrarme con gran desesperación. Joder, ¡necesita que lo follen!.

Este día, Jungkook no tiene clases, las mías son hasta la tarde, así que, no diré que haré un intento para sobrevivir, ya está claro como el agua.

Mi ceño se frunció al ver al tal Park, recibiendo a algunos chicos en el salón que se supone y tendría que estar la profesora Kim.

–Estará ausente – ah – Así que, tengo el agrado de seguir con el tema pendiente – ¿le aplaudo?

Fue algo que se me cruzó vagamente, sin embargo, lo terminé haciendo, bah, me valió una hectárea de verga el que me observaran como bicho raro y asustarse por la sonrisa torcida que había esbozado para cierta persona.

Así que, me propuse a ser indiferente a lo que explicara, dijera, preguntara, me haría la dormida si me favorecía. Por lo tanto, me interesaba más un nuevo dibujo sobre el chico Jeon.

–¿Algo que desee aportar a la clase señorita Choi? – "desee", lo mire y negué – Parece que está en otro lugar y menos en la clase – "está"

–¿Qué sería más importante que escucharlo? – lo que estoy haciendo, claro – ¿O es que sabe lo aburrida que es su materia y todos buscan alguna otra cosa que hacer?

Waaaa, cien por ciento segura de que me pasé mil líneas en la pregunta, más el tono despectivo. Puedo apostar a que al cambio, querrá tener una charla para hablar sobre mi mal comportamiento, sin dejar pasar la oportunidad de volver a decirme sobre lo de una actividad extra y salvar mi nota.

¿Quién entregó algo digno de un diez?, yo. ¿Quién es el hijo de puta que está ardido?, él. La clase - aburrida con todas sus letras - acabó, muy rápido, como suponía, me detuvo antes de siquiera pasar por la puerta. El descarado sonrió, ya sé, piensa que voy a acceder y dejaré que me ayude.

–Es fácil lo que harás, ¿de acuerdo?

–Si, lo es mucho – dejarás de saltar de la alegría – Ir al siguiente salón y disfrutar de hablar en otro idioma.

–Podrás dejar la materia, deberías pensarlo bien. A menos que para el siguiente ciclo tengas más horas de ilustración, de las que ya tienes.

Ah.

–Eso suena excelente.

Me da igual si pasa o no, aunque tendría que soportarlo más de lo que ya lo hago. Ni modo, está de llorón y no lo voy a consolar.

La mañana se pasó volando, por suerte, mis pensamientos pudieron aplazarse, darle punto y final, seguir despreocupada, así como me encontraba minutos antes de saber por lo que pasaría al dejar a lo último mi deber...bueno, me veo en la obligación de reírme sin nada de gracia.

Emocionada por el almuerzo, me fui a encerrar al auto, porque ahí estaría a salvo de lo que fuera a pasar en la cafetería, y si, eso se inclina al encontrarme con Mi-Suk y su disque aura de chica que recapacitó sobre su trato hacia mi. No sé qué clase de trato ha hecho para quedar, si de lo que recuerdo, sus promedios no eran tan buenos y venir a esta universidad así como así, es para nada ético.