Juntos ²| Jungkook

Capítulo 16

La profesora de imagen digital, la profesora Lee, había escogido al lugar donde tendríamos que ir para el proyecto en grupo.

A unos, a diferentes parques, fuera y dentro de la ciudad, a otros a playas, solo que podían elegir cualquiera. En conclusión, nos dió diferentes temas a desarrollar. A nosotros nos tocó la felicidad, por lo que nos mandó al jardín de niños, casualmente, al que mi enojona y yo asistimos.

Junto con Jiyong, Minho y Bok Yul, nos dirigimos a la parada más cerca de la universidad. Iba ajustando la cámara y comprobando que quedaba todavía espacio para las miles de fotografías que sé que tomaré.

Esto también será tomado como nuestras horas sociales, ayudándole a las maestras en cuidar a los niños.

El autobús llegó, nos subimos y caminamos por en medio de los asientos hasta llegar a los últimos y lograr ir juntos.

–Oye, Jeon – miré a Jiyong – ¿Te parecer ir a comer luego de terminar?

–¿Es una cita?

–Tomalo como quieras, bebé

–Conste, solo tú pagarás – a reprochar iba – Tú diste la idea

Reí con los otros dos.

El trayecto se sintió tan largo, a comparación de como lo sentía a la edad de seis años, claro que porque siempre me molestaba al recordar que tendría que ver la cara de muchos que hablaban muy mal de mi y por lo irritante que llegó a ser mi Choi Seohyun.

El vigilante pidió identificaciones y rápido las enseñamos, para darle inicio a esta emocionante aventura.

Sin duda, estaba todo muy cambiado, desde los colores ahora llamativos, la entrada un poco más amplia y veo algunas caras nuevas. Lo que no cambiaba, era un gran mural con la fotografía de las clases que habían estudiado desde hace años, por ende, estaba la mía y es fácil distinguir que ese niño con cara de querer matar a todos, es Jeon Jungkook.

–¡Mira como has crecido! – la directora con su entusiasmo de siempre – ¿En serio eres tú?

–Lo dice como si pensaba que mi futuro sería desastroso.

–Creí que te ibas a convertir en vándalo.

–Nosotros nos adelantaremos.

Le doy un asentimiento a Jiyong. Al dirigir un poco mis ojos hacia su persona, aprecié esa gran sonrisa que pedía a gritos contarle sobre lo que había sido de mi en todos estos años.

Se comportaba como una mamá para mí, y en serio le debo mucho por los intentos que realizaba al pedirme que tuviera muchos amigos.

–Pensé que no te acordarías de mi – dramática desde que la conozco – No lo hiciste, ¿cierto?

–Fue la primera persona que cruzó en mi mente.

–¿Solo yo? – es aquí donde mete el tema de mi chica – ¿No a una pequeña con dos colitas, parlanchina e irritante?

Frunzo mi ceño, divirtiéndome por lo que sería matar sus esperanzas - aunque creo que lo hicieron al mudarme - de que nos quedaríamos juntos.

Cuando entendí lo que estuve sintiendo por ella, con ello lo emocionada que se ponía al yo hablarle lo que me disgustaba. Además, doy gracias de que no haya visto el vídeo en el que me vi involucrado, capaz me corta el cabello y me jala de las orejas.

–¿En verdad no recuerdas?

Me miró confundida cuando solté una risa.

–¿Cómo voy a olvidar a mi actual novia?