Juntos ²| Jungkook

Capítulo 13

El día anterior, se salió de control literalmente.

Supe que desde que Yoongi nos mandó a comprar una piscina familiar, y que quería ponerla en medio de la calle pero por negación de todos no se pudo, no sería una simple fiesta. Seguido de los parlantes, en los cuales se reproduciría algunas de sus composición, con letras demasiadas poéticas. Terminando, con ser el blanco perfecto de papá y tío.

Fueron los de la idea de colocar alcohol en las bebidas de los chicos, pude haber estado en las mismas, de no ser que sus sonrisas forzadas traían algo consigo, no pensé que fuera tan grave. Y es que, con su conciencia más allá de la tierra, se metieron a la piscina y hacían como si estuvieran a punto de besarse, con la pareja que no era, cantar, tocar tan feo la nueva guitarra - regalo para Yoongi de parte de Jungkook y mía -, llorar al verme diciendo que ya era toda una adulta, casi inducir a Jinho a eso y el creer formar parte del elenco de Scary Movie.

Ah, Namjoon se robó a mi novio diciendo que era su esposa y no era justo que lo engañara conmigo, no hice esfuerzo en quitárselo, ya que no iba a aguantarle su llanto.Así es como le empiezan a tener miedo a Choi Dong-sun.

Hablando de uno de los reyes de Roma, venía lavándose los dientes mientras que se colocaba con una sola mano su pantalón. Uy, eso también me dolió.

–¿Cuánto tiempo tardará ponerle una orden de alejamiento?

Seamos sinceros, es divertido. Pero,¡no!, eso no se hace papá.

–No puede ser, ¿qué quita y Namjoon hyung me folló?, peor aún, yo a él.

Observó un punto de la habitación horrorizado, seguido negó.

Trataba de dormir por lo menos, media hora, una hora, hora y media, dos horas, lo que sea para sentir que en verdad soy Seohyun, aunque bueno, es difícil teniendo como paisaje una espalda desnuda, mostrando además un poco de su bóxer, oh no solo eso admiraba; igual su trasero.

–Si quieres, no voy a clase y ya sabes.

Ya ha faltado mucho y no quiero que vaya a reprobar.

–No te escucho, estoy dormida.

Quisiera estarlo de verdad. Suerte que no iré al infierno, para aprovechar mi flojera. Entonces llegó Holly directo a mi, o como le llaman sus padres: Min Park Holly Chim Chim Meow Meow. Es tan largo el nombre, que ya he dicho solo sus iniciales y responde con un ladrido feliz.

Recibí gustosa sus lamidas en mi cara y acaricié su panza, que se removiera como si algo le impacienta, significaba que tengo que acompañarlo el baño.

–¿Quién te quiere,eh?, ¿quién te quiere?

–Será tu culpa si nos moja la cama.

Rodé los ojos y me paré en el colchón, tomando ventaja de ser más alta, entrelacé mis brazos alrededor de su cuello, dejaba besitos en su nariz y me engancharía como koala para seguir así, si no fuera porque llegará tarde.

–Portate bien – besé su frente – No mires a alguien más que no sea yo – cada una de sus mejillas – O tendré que recurrir a la violencia.

Por fin, sus labios

Que me tome por la cintura, provoca que mi cuerpo se estremezca y quiera tenerlo abrazado siempre.¡No seas así!.

–No te quedes atrás, eh – me robó otros besos – Y tú, nunca tomes.

El cachorro subió y bajó su cabecita como si fuera humano. Volvió a despedirse. Busqué algo decente para el momento, ya que no iría con mi jean manchado de soda, y tratar el rímel un poco corrido, está bien, mucho, por eso parezco un mapache.