Capítulo 10

10 4 1
                                    

Habían pasado los días, en el que aquel problema con un simple chasquidos de dedos se resolvió, sin embargo, me estaba haciendo más famosa. Pensé que el señor Bang iba a darme un severo castigo, al contrario, agradeció que actuara como guardespaldas.

Hoy es uno de mis días favoritos, salía temprano, por lo tanto, ya me encontraba con mi chico yendo hacia la plaza, para celebrar el no tener absolutamente nada que apretara nuestra agenda. Quedamos en ir a la pista de patinaje. Hubiéramos ido al boliche, de no ser que nos clausuraron el paso, por el momento, no de por vida.

Llegamos, pedimos los patines y fuimos a las grandes gradas. Está un poco lleno, y es donde me pongo a pensar las posibilidades de encontrarme con cierta idiota, ya que, últimamente me encuentro mucho con ella. Debería de acostumbrarme ya en verla por los pasillos, ¿no?, y una mierda, nunca aceptaré el hecho de tener que compartir aire con Mi-Suk.

–Ey, ¿pasó algo malo?

–Adivina.

–Hmn, no lo sé, por tus expresiones es difícil saber si es una cosa u otra. O es Park o es Mi blablabla.

Agh, el primero sigue avanzando en ser un molesto grano en el culo. A ese paso, pasará a veterano, literal.

–Me pondría igual si las cosas fueran invertidas.

–¿Yo siendo hombre y tú mujer? – me miró serio, al rato rió – Lo sé, solo que...

Ya habíamos entrado a la pista, patinaba lento hacia atrás, teniendo cierta distancia con el pelinegro, que tenía ladeada su cabeza, esperando a escuchar y aconsejarme no hacer caso. Joder, la conversación ya había salido y llegó a una conclusión, que ahora que lo pienso, acepté el no volver a pensarlo, pero, es que, ¡agh!, quizá me veo como paranoica o la palabra que sea que encaje perfectamente.

La vida te trae muchas casualidades, unas más increíbles que las otras, así como lo es mi historia con Jungkook, tengo una con ella para nada bonita ni digna de contar, menos con la pelirroja, como sea que esté en este momento...mierda, es muy difícil alejar esos pensamientos en que suceda lo mismo que con Min, no por una confusión, sino por algo peor. Temo el verla haciéndome el imposible vivir feliz, no somos amigas, perfecto, pero debe de haber una extrema línea de división en...

–¿Para qué putas digo eso conociendo su actitud?

–Choi Seohyun, harás que la vena de tu frente explote y será asqueroso.

Aún así, observé a la reciente señora con su hijo enseñandole a mantener equilibrio, mostrar una mueca por mi vocabulario digno de una jovencita.

–A ver – tomó mis manos – Haremos un ejercicio de tranquilidad y si no funciona, hay un plan b.

–Quiero saber lo segundo – entrelacé los dedos.

–Primero debes controlar tus emociones y concentrarte en algo más fuera de la realidad - fruncí el ceño – Cierra los ojos.

Lo hice. Pensaría en que había quedado sola en medio de la pista, parada, de no ser por todavía sentir su piel en contacto con la mía, asegurándome que estaba a salvo y que en algún mal movimiento, no quedaría del todo tendida en el suelo.

–¿Quién eres? – no dije nada – Bien, te estás concentrando en responder a ello, ni tiempo te da de pensar en otra cosa.

–Después vuelvo a hacerlo.

Me lo estoy imaginando puchereando, con sus mejillas abultadas y grandes ojitos, por no tener nada de avance. Es incentivo para poder sonreír.

–¿Por qué sonríes?

Juntos ²| JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora