Juntos ²| Jungkook

Capítulo 26

Sabía que el que el señor Park ya no estuviera vagando por los pasillos de mi facultad, acabaría con uno de mis tantos problemas y claro que eso me ponía de alguna manera feliz pero no significaba que teníamos que darle un final abrupto a lo que sería nuestro proyecto, puesto que no era el único involucrado en ello.

Dejé que los tres idiotas empezaran a concretar más lo que entregaríamos como un avance, mientras que Gulf me observaba cada segundo que podía y se dedicaba a ver si todo estaba saliendo como yo lo tenía pensado, a lo que me dejaba a mi, con más ganas de querer estampar mi cara en la mesa, como la primera vez que nos reunimos. En conclusión, todo sigue casi igual.

–¿Qué te parece esto?

Mi amigo me mostró la pantalla de su laptop, dejándome fascinada por lo que veía. Eché un pequeño vistazo a quienes les encargué que hicieran eso y luego al que se encontraba a mi par.

–¿Se acopla a ti?

Así como tenían talento para lo que hacían, también para joderle la existencia a uno.

Suspiré lo más controladamente posible, me relamí los labios e hice como si inspeccionara. Y vaya que no solo mi instinto de querer regresarles el insulto estaba en lo correcto.

–Esos colores no combinan, si necesitan ideas sobre cuáles usar investiguen sobre la teoría del color – asentí – Oh es verdad, JunSun tu debes de saberlo, ¿o no tienes idea?

Dejaron de sonreír.

–Igual con las alineaciones, las fuentes y tamaños de letra. ¿Eso es un tema o subtema?

Si las miradas mataran, yo estaría muerta desde que estudiaba con cierta chica.

Para que no dijeran alguna otra palabra, me fijé en la hora y les dije que nos daríamos un descanso y volveríamos a retomar el trabajo en unos cuantos minutos. Una vez salieron de mi campo de visión, solté una risa llena de frustración.

–¿Quieres hablar de ello?

–Los odio.

Y aún así yo esperaba encontrar otra palabra que describiera específicamente lo que yo sentía cada que se trataba de ellos.

–Son unos hijos de puta.

Cada vez necesito nuevos insultos.

Es tan cansado tener que lidiar con sus comentarios estúpidos que sé van con el afán de hacer que explote, lo es más si sigo pensando en lo mismo cuando dije que haría caso omiso a sus palabras y me enfocaba en lo que si importaba.

Es tan cansado tener que tratar conmigo, tratar con los miles de problemas que le encuentro a todo, por no darme un respiro con pensamientos intrusivos. Por dejar que me afecte cuando antes me daba igual.

–Además de eso, ¿cómo estás?

El nudo que se formó en mi garganta, me impresionó mucho, por el simple hecho de sentirlo de una manera tan indescriptible y es que en los últimos acontecimientos, pensaba más en estos que en mi persona.

Los chicos sabían cómo me sentía y hacían lo posible para que me la pasara bien. Mi lindo novio estaba haciendo un gran esfuerzo en comprender y tratar todos mis cambios de humor. Gulf a pesar de ser nuevo, también ayudaba. Y si le sumamos otro inconveniente, soy yo.

No era la primera vez que me lo preguntaban en lo que va del mes pero se sintió muy diferente.

–¿Qué tan idiota me veré si minimizo lo que siento? – lo miré y sus cejas alzadas hicieron que riera sin gracia – Lo sé, lo sé. Es que...

Decir que no quería que se preocuparan por mi, era mentir y tratarme como la mismísima mierda.

–¿Te parece si terminando esto, vamos con los chicos?