El ambiente en el comedor se notaba claramente tenso, un silencio sepulcral había invadido la habitación y una sensación de incomodidad era casi palpable en la sala.
Ava, sentada en el medio de los dos hermanos, miro a ambos extremos de la mesa, a su derecha Chris comía tranquilamente su cena mientras revisaba su teléfono, ignorando completamente a los demás.
A su izquierda se encontraba D con clara molestia en su rostro por el hecho de que Chris ni siquiera había soltado el teléfono para comer.
-¿Puedo preguntar algo?- Dijo Ava observando a los dos de forma alternada -¿Por qué está el aquí?- Le preguntó a D señalando a Chris
-Tengo nombre por si no lo sabías- Comentó Chris indiferente.
-¿Cuál? ¿Idiota insufrible?- Preguntó su hermano.
-¿Sabes una cosa? No me termina de gustar esa mala vibra que tienes conmigo- Respondió el hermano menor señalando a D con su teléfono
-Tu mismo sabes que si por mi fuese yo te habría echado de la casa-
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Me puse de pie cuando terminé mi comida, golpeándo la mesa para llamar la atención de los dos.
-¿Saben qué? Ustedes dos parece que tienen problemas fraternos y esas cosas en las que no me quiero ver involucrada y prefiero evitarme un disgusto por estar en medio de su fuego cruzado- Dije seriamente notando como ambos me veían extrañados
-Resuelvan sus problemas, bien sea en terapia, un ring de boxeo o en un motel. Lo mismo me da, pero cuando resuelvan sus asuntos ya me llaman-
Tras decir esto tomé mi plato para dejarlo en la cocina y me fui a mi cuarto. Ya bastante había tenido con el despertar de esta mañana como para tener que aguantar a estos dos peleándose por a saber que motivo.
Cerré la puerta con seguro y me arrojé a la cama para recapitular lo que había pasado hasta ahora.
"Entonces, literalmente estoy en una casa con dos asesinos a sueldo a los que probablemente les daría bastante igual tener que matarme... ¿En qué momento mi vida se volvió tan rara?" Pensé llevando las manos a mi rostro, intentando recordar la causa de todo este problema.
Escuché como una notificación llegó a mi teléfono y recordé que precisamente todo esto pasaba porque pensé que estaba cargándose una noche cuando no lo estaba.
Pero dejando ese tren de pensamiento de lado lo tomé, notando que era un mensaje de un número que no conocía.
------Soy D, no añadas el número a tus contactos.
¿Como tienes mi número?
Sabes cual es mi trabajo. ¿No crees que me seria fácil tener tu número de teléfono si lo necesito?
Buen punto. ¿Para qué me escribes? No pareces ser alguien que escriba usualmente mensajes de texto.
Tengo cosas que explicarte respecto a que mi hermano esté aquí.
Lo agradecería la verdad, porque dudo que lo hayas invitado tu a la casa.
Quédate despierta hasta tarde, visitaré tu cuarto durante la madrugada.
¿Tengo que tener algo para golpearte a mano por si acaso?
No. ¿Por qué la pregunta?
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Sinner [Sindicato #1] (En Proceso De Reedicion)
RandomSuele decirse que son los pequeños momentos, los detalles los que pueden acabar determinando quienes somos y que será de nuestra vida. Estar en un sitio en un mal momento, volver a casa a buscar algo tras salir de ella, detenernos a saludar a alguie...