Sinner [Sindicato #1] (En Proceso De Reedicion)

C18: Shock

El turno de la mañana pasó en un abrir y cerrar de ojos. Dejando de lado el que estuviesen tomando medidas para la remodelación del local no ocurrió nada fuera de lo habitual

Y dicha monotonía se notaba en la expresión de Jack, sentado en la mesa de la derecha, la misma que solía frecuentar D con su familia hace años.

Recostado sobre la mesa y dejando su cabeza reposar sobre ella, que la espera de la supuesta reunión que tendría con su viejo amigo.

"¿Para qué habré decidido manejar una cafetería si es tan aburrido?" Pensaba el de ojos rosados, escuchando de forma subconsciente a Nim diciéndole "Te lo dije"
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-¿Interrumpo tu aburrimiento?- Escuché una voz familiar a mis espaldas y me puse de pie para saludarle.

-Grey amigo mio- Lo salude con un apretón de manos y miré detrás de el, notando que venía acompañado de Ava y otra persona.

-Se que había dicho que me pasaría por aquí para reunirnos- Señaló a quienes lo seguían -Pero siendo honesto no confío en que ninguno de los dos se quede solo en la casa sin mi supervision así que los traje conmigo-

Mientras D me explicaba el que viniese acompañado me fije en el otro chico que venía con el, algo sobre este me parecía familiar.

Al final los engranajes en mi mente decidieron girar y me di cuenta de quien era.

-¡Chris querido!- Lo saludé acercándome al muchacho de ojos azules que venía con D, causando que diese un paso atrás.

-¿Siquiera te conozco?- Me preguntó guardando las distancias por precaución, honestamente descolocado por mi saludo.

Llevé las manos a mi pecho, inhalando dramáticamente -¿Venías el sexto día de cada mes a comer aquí con tu familia y sin embargo no recuerdas a tu mesero favorito?- Dije actuando sentirme ofendido por su pregunta.

Vi como me analizaba de pies a cabeza para intentar recordarme por un rato hasta que chasqueo sus dedos -Ya te recuerdo, eres el hermano menor del dueño de este sitio- Contestó con indiferencia.

Chasquee la lengua ante su comentario antes de responder -Y el dueño actual para tu mayor información muchachito-
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-Oye Jack, ¿podemos hablar en privado un momento?- Le susurre al oído para poder separarme del grupo un momento.

-Claro querida- Respondió y me señalo con gestos su oficina -Ya volvemos muchachos, no se maten entre si mientras no estamos- Se despidió burlón de los hermanos dejándolos atrás en la mesa.

Cerré la puerta detrás de nosotros antes de pasar al interior de la oficina como tal y miré a Jack.

-¿Cuanto sabes sobre D?- Pregunté directamente.

-Mucho más de lo que sabe la mayoría. ¿Por qué preguntas?-

-¿Puedo saber cuando pensabas decirme que estoy viviendo con un, ¡jodido asesino a sangre fría!?- Dije alzando mi voz al final, casi llegando a gritar.
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Escuché un estallido al otro lado del contenedor de basura y noté como, tras unos instantes, nos empezaba a envolver una cortina de humo.

-Cubre tu nariz y boca, intenta inhalar lo menos posible del humo- Ordenó D sin voltear a verme, poniendose de pie sobre el contenedor. Centrando su vista totalmente hacia el frente.

Escuché como quienes nos atacaban gritaban algo sobre sacar de ese sitio a su compañero caído.

2 estallidos del arma que sostenía D dejaron mis oídos zumbando. Entre el ruido escuché un impacto contra el suelo y a alguien gritar "¡Le dieron a Sam!".

Voltee a ver y solo me encontré con la mirada vacía de mi compañero, sin mostrar ninguna emoción tras, posiblemente, matar a alguien y simplemente... En ese momento mi mente realmente entendió la situación en la que me había metido.

Por primera vez en mi vida sentí como entré en un shock total, sentada en posición fetal, apoyada en la pared de un callejón sucio teniendo a mi lado a un sicario.

Todo esto porque no miré a ambos lados antes de cruzar una calle.
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Jack fijó su mirada en mi y no dijo nada por un buen rato, con una expresión seria en su rostro. Generando un ambiente tenso en la habitación que hasta yo podía notar con facilidad.

Tensión que se rompió cuando se encogió de hombros como si le diese igual el tema.

-¡¿Como te puede dar igual pedazo de?!-

-Para empezar señorita, aconsejaría calmarse pues esas expresiones no son dignas de una dama- Me interrumpió hablando  de una forma excesivamente refinada que me recordaba al propio D al comer -Segundo, Grey no es un asesino-

-Como que- Volvió a interrumpirme levantando su mano derecha.

-Modales de conversación, permiteme concluir y luego respondes a mis argumentos- Jack aclaró su garganta antes de seguir -Grey no es un asesino a sangre fría. Tiene una moralidad bastante clara de hecho- Dijo con total confianza en sus palabras

"Si, claro. Dicelo a Sam" Pensé al escuchar esas palabras -Incluso si es el caso. Escuché como mataba a alguien-

-Un miembro de una organización criminal llamada "El Anillo quebrado" que, al menos hasta donde tenemos conocimiento, rapta mujeres jóvenes para venderlas, bien sea por sus órganos o lo más probable, como esclavas. ¿Crees que quien murió era una buena persona acaso? ¿O acaso piensas que al unirse a dicha organización no sabía los riesgos implicados?-

Honestamente me dejó sin palabras con eso, realmente no había pensado que clase de persona podría ser este supuesto Sam.

-Yo-

-Además, ustedes se encontraban en una situación peligrosa y en desventaja contra personas armadas. ¿Crees que sea prudente en dicha situación el pararse a pensar en que hay otra persona del otro lado de tu arma?- Continuó con su discurso que parecía incluso preparado para este momento.

-¿Como es esto tan. Tan, "normal" para ti? Estamos hablando de personas muertas Jack-

-Quizás no me conoces tanto como crees querida-

Antes de que respondiese a su pregunta escuchamos un alboroto en la cafetería. Jack abrió la puerta de su oficina y fue a ver lo que pasaba, decidí seguirlo para no quedarme sola.

-Ay no, le dije específicamente que no viniera en persona- Dijo frente a mi, llevando su mano derecha a su rostro y tapando mi vista de la entrada con su cuerpo.

Lo rodee para encontrarme con el hecho de que una persona a quien no esperaba en un sitio como este acababa de entrar a la cafetería.

Traje negro, un bastón con un pomo que emulaba la forma de una cabeza de jabalí, cabello negro con toques grisáceos en sus puntas, ojos rosados que me hacían preguntarme si los ojos de Jack eran naturales.

Y su rasgo más característico, una sonrisa afilada que siempre adorna su rostro.

El hombre más influyente del mundo acababa de entrar al local.

Bael Zebub.