Sinner [Sindicato #1] (En Proceso De Reedicion)

C20: Un viejo relato

La puerta de la oficina se abrió de golpe, dando paso a un joven de cabello castaño al interior quien arrojó un maletín a la esquina de su izquierda.

Tomó la silla frente al escritorio y se dejó caer con fuerza en ella, dejando salir un quejido con fuerza al hacerlo.

-¿Y bien? ¿Qué información obtuvieron respecto a quienes están afectando a nuestros queridos ciudadanos de Niemand?- Preguntó una voz grave y ronca, acorde a su ya mayor dueño desde un asiento de terciopelo que daba la espalda al joven.

-No lo sé porque para variar D se rehusó a darme esa información. Dijo que se reuniría contigo directamente para reportar lo que conseguimos- Respondió quejándose el muchacho, permitiéndose el descansar todo su peso en el espaldar de la silla -Sigo sin entender para que se molesta en colaborar conmigo para terminar negándose a compartir la información-

-Tu hermano simplemente ha aprendido el arte de no hablar de más. Algo que aún con su ejemplo no has aprendido a hacer- Explicó el hombre de la silla girandose para ver al muchacho, quien rodó los ojos ofendido y se cruzó de brazos. Indignado por sus palabras -¿Y bien? ¿Donde está el?-

-Llevando a la chica a casa, ¿que iba a estar haciendo si no?-

El hombre contuvo una carcajada y dirigió su mirada al contenedor de vidrio que guardaba su dahlia de ébano.

-¿Alguna vez les he contado a ti y a tu hermano la historia que rodea a estas flores?- Preguntó señalando al contenedor con su dedo índice.

Nego con la cabeza a su pregunta antes de hablar -Si es el mismo cuento de hadas con demonios y castigos divinos que cuentan en la Iglesia de la Divina Trinidad. No me interesa escucharla honestamente-

El hombre le mostró una sonrisa al joven antes de empezar a contar la historia. -Podrías decir que es esa historia. Solo que... Desde otro punto de vista-

Chris suspiró. Ya sabía de sobras que si su padre quería contar una de sus historias bien podía estar 15 minutos en ese plan y cuando empezaba se aseguraba que las demás personas en la habitación le prestasen atención, quisieran o no hacerlo.

El hombre aclaró su garganta y se puso de pie, gesticulando con sus manos mientras hablaba, para darle un mayor enfasis a su historia -Quien me vendió esta flor me contó la historia de un antiguo ser, un antiguo demonio que, por algún motivo, deseaba aprender a vivir entre los humanos- Empezó su relato.

-Según la leyenda, este ser se enamoró de una joven chica, una hermosa damisela quien, por azares del destino, asistía a uno de los antiguos conventos que existían en la fe del pasado. Viviendo una vida de "pureza y castidad"- Hizo comillas con sus manos.

-100 días y 100 noches intentó conquistarla, en cada intento de cortejarla le ofrecía distintos regalos, traídos de tierras lejanas o incluso objetos imposibles de crear por la humanidad. Y, sin embargo la chica jamás se mostró interesada por sus ofertas, pues había abandonado una vida material para dedicarse a "elevar su espíritu"... Algo estúpido si me lo preguntas- Continuó su relato, observando de reojo a su hijo quien, para su sorpresa. Aparentaba estar interesado por la historia.

-Al alba la damisela lo encontró en lo alto de una colina de rodillas, rezando por una oportunidad con la chica. Algo que jamás esperaría de un ser que debía ser el enemigo jurado de su Dios- El hombre tomó aire unos segundos antes de continuar -Ella decidió darle una oportunidad aún sabiendo que era el en realidad y siendo consciente de que su religión dictaba que no podía estar con ningún hombre- Concluyó la historia, sentándose de vuelta en su asiento

-Eso no explica como se crearon esas flores- Señaló rápidamente Chris sacandole una sonrisa macabra a su padre.

-Esa es mi parte favorita- Dijo en un tono casi ácido antes de contar el final del relato -La adorable pareja fue descubierta y la joven chica fue quemada en la hoguera por yacer con el enemigo de su Dios ante la mirada impotente de su amante-

-Aquella oscura noche la ignorancia de los creyentes desató la furia de algo que no podrían entender. Ellos mismos dieron nacimiento a la bestia que tanto temen "La bestia del anochecer" como la llaman a dia de hoy. No un supuesto castigo divino para purgar a aquellos con una fe desviada del "camino correcto y real que está detallado en las sagradas escrituras" -Explicó en tono severo, asqueado por el mero pensamiento de que en un período de la historia las personas murieran por causas tan estúpidas como la fe ciega.

-Un ser de oscuridad pura, consumido por la tristeza y el odio hacia la fe humana que arrasó con todos los creyentes en el Dios que se limitó a observar como sus propios hijos quemaban a una joven inocente que le dedicó toda su vida por algo tan simple como el amar a otra persona- Terminó el relato, satisfecho de haber podido compartir la historia y que su hijo menor lo escuchase por cuenta propia.

-3 cosas- Dijo el joven

-Habla-

-1. ¿Entonces las flores de donde salieron?-

-En eso ambas historias coinciden, nacieron en aquellos lugares donde antiguamente cayesen las lágrimas de la bestia- Respondió para aclarar ese pequeño detalle.

-2. ¿Crees en esa historia?-

-Oh no. Ni por un segundo- Respondió negando al instante la idea -Es más. Estoy casi seguro de que se inventaron esa historia en el sitio para darle mayor valor a la flor. Aún así, me gustó el relato y decidí aprenderlo-

-Por último pero de mayor importancia. ¿Esto viene a cuento de?-

-Nada en particular, simplemente hacía tiempo hasta que llegase- Un golpe seguido de otros dos rápidos sonaron en la puerta de la oficina, interrumpiendo al hombre -Tu hermano... Pasa adelante muchacho- Dijo esto último alzando la voz para que lo escuchasen al otro lado de la puerta.

El chico de ojos grises entró a la oficina y cerró la puerta detrás de el para proceder a arrojarle la PDA con la información a su padre.

-Son remanentes del Círculo Norte- Dijo con un semblante serio, causando una, bastante inusual, expresión de sorpresa en el hombre del otro lado del escritorio -Toda la información pertinente está ahí pero lo importante es que operan en Hanza y que aparentemente se dedican al secuestro, la trata de esclavos y venta de órganos por contrato- Explicó de manera superficial antes de sentarse.

-¿Si son de Hanza por qué tenían a dos agentes operando en nuestro territorio?- Preguntó Chris abiertamente a su hermano.

Mientras revisaba los archivos Dominic decidio responder a la duda del de ojos azules -En mi experiencia. Cuando una banda se entromete tan abiertamente en el territorio y actividades de otra suele ser un mensaje, bien sea para demostrar que no tienen miedo o-

-Que buscan iniciar una guerra- Concluyó la frase D, quitandole las palabras de la boca a su padre. -En cualquier caso. Si nuestra información sobre su ubicación principal es correcta, no podemos simplemente atacarlos como represalia ya que su base de operaciones se encuentra en Trier. Una de las ciudades de la Liga en las que aún no tenemos una célula operativa- Añadió D, explicando la conclusión a la que había llegado respecto a sus posibilidades en ese momento -Sin mencionar lógicamente el problema que conlleva para nosotros entrar en el territorio de la Liga-

Dominic sonrió complacido por el trabajo de sus hijos y guardó el dispositivo en su escritorio bajo llave -Los felicitaria y diría que me enorgullece que logren su trabajo, pero simplemente cumplieron con lo que se les ordenó- Dijo rápidamente dejando en claro que no pensaba recompensarles el trabajo -Con esta información podremos empezar a hilar lo que nos cuente el pobre desgraciado que trajeron hace poco. Pueden retirarse muchachos- Concluyó echandolos de su oficina prácticamente.

Los hermanos se pusieron de pie decididos a salir de la oficina. Justo antes de irse Chris recordó el mensaje que le encargaron dar.

-Ah si papá, una última cosa. Bael Zebub te manda saludos y dijo algo sobre la profecía de Urano- Dijo como despedida antes de cerrar la puerta sin voltearse, lo cual impidió que notara como la sonrisa de su padre se esfumó al escuchar aquellas palabras.
______________________________________

Ava miraba con ojos llorosos a la pantalla, casi no podía creer lo que veía.

"Finalmente lo logré" Pensó.

Por fin había terminado de escribir su tesis, teniendo un descanso en su alma tras días de locura.

Lo que no recordaba es que faltaba poco para el día en que tenía que defenderla.

Pero ese sería un problema para la Ava del futuro.