C4: "D"

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He de admitir que pensándolo en retrospectiva seguramente no era la mejor idea eso de mudarme a la casa de un tipo al que apenas y había visto 2 veces en la vida. Pero considerando la situación era eso o irme a la calle.

Quiero decir, dejando de lado que podrían secuestrarme, matarme o venderme en el mercado negro en cualquiera de ambos casos, que más daba el como pasase ¿Cierto?

Al menos de eso me intentaba convencer mientras empacaba mis cosas, ya habían pasado un par de días desde mi encuentro con ese tipo en el parque. Me tomé un tiempo para pensar que hacer y le avise a Jack que posiblemente no iba a asistir más al trabajo, cosa que no le molestó demasiado y me dijo que si necesitaba un sitio en el que trabajar a futuro me podría conseguir un lugar detalle que le agradeci por su consideración.

Tras un par de horas logré que todos mis objetos de valor y ropa entrasen en mis dos maletas, las cuales pensandolo ahora no tenía ni idea de como iba a llevar hasta mi destino, pero ya hallaría el modo.

Contacté con el casero para avisarle que el departamento podría quedar libre de habitantes y como era de esperarse simplemente me dejó en visto. De todos modos ni siquiera se molestó en recomendarme a alguien cuando hace 4 meses le mencioné el problema de la calefacción, menos le iba a importar que me mudase del sitio.

Decidí bañarme una posible última vez en este sitio antes de irme y arreglarme un poco, si todo salía bien por lo menos intentaría darle una buena impresión viéndome presentable al ir a esa casa... Al menos por el primer día.

Me despoje de mi ropa y entré a la ducha, una simple regadera con un calentador de agua para poder bañarse con agua fría o caliente. Aunque cabe mencionar que rara era la vez que le daba por funcionar.

Abrí primero la llave del agua fría y me alejé de la regadera para evitar que me cayese encima y luego abri la llave del agua caliente, esperé unos momentos y me metí a bañarme.
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-¡Maldición!- Gritó enojada Ava sintiendo el agua caliente caer sobre ella, con una temperatura tal que parecía estar hirviendo.

-No podías funcionar ni el último día que estoy aquí ¿verdad?- Pensó en voz alta mirando el calefactor de agua de la regadera con desprecio, resignandose a cerrar el agua caliente y tomar una ducha con agua fría.

Tras bañarse cerró la llave y salió de la regadera, recordando que ya había empacado su toalla en una de las maletas y de hecho estaba hasta el fondo de esta, por lo que: O se secaba a la antigua, esperando hasta que el agua se escurrirse de su cuerpo por si misma o desordenaba toda una maleta de ropa.

Ava decidió lo segundo y salió del baño encontrándose con un departamento a unos 10⁰C estando mojada y sin vestimenta. Recordandole el problema de la calefacción nuevamente.

"¿Sabes qué? Hace unos momentos me sentía mal de tener que mudarme de este sitio... Ahora agradezco que me iré de este infierno de departamento" Pensó con un intenso odio y desprecio hacia el vago de su casero y caminó hasta la maleta que tenía la toalla, desacomodandola toda para poder secarse.

Aprovechando que ya había sacado todas las cosas de la maleta decidió buscar algún conjunto acorde a su intención de dar una buena impresión. Entre toda su ropa encontró un conjunto, un vestido al estilo vintage de color rojo cabernet que recordaba haber comprado con su prima Lisa hace unos meses.

"Creo que este me servirá" Pensó eligiendolo como su atuendo para ese día.

Tras probarse el vestido que seguía quedandole bien y, acompañándolo con zapatillas acordes, Ava guardó el resto de su ropa en la maleta y puso la toalla en una bolsa aparte para evitar mojar todo lo que llevaba; la joven tomó ambas maletas y se decidió a ir a la dirección que estaba en la tarjeta. No sin antes verse forzada a volver por el conjunto que había dejado tirado en el baño.

Con ciertos problemas debido al tamaño de sus maletas bajó a la parada de autobús para tomar la ruta hasta la dirección que estaba en la tarjeta de presentación.

Ahora viéndo bien la dirección era extraño que hubiese una casa en aquel lugar. Se encontraba saliendo de la ciudad por el sector industrial abandonado, justo en el borde de la zona limítrofe de Niemand. Si bien sonaba extraño Ava si que recordaba haber visto alguna vez esa casa destacando en aquel sector en la salida de la ciudad.

La chica se encogió de hombros y esperó al autobús, tomando asiento en la parada la cual, para ser las 3 de la tarde estaba bastante vacía y sacó su teléfono para revisar alguna red social en lo que llegaba el transporte.

Dejando de lado el trabajo que requirió convencer al conductor para que la dejase llevar las maletas, el camino en general fue bastante normal, mientras fueron avanzando bastantes personas se subían y bajaban en las diversas estaciones. Sin embargo al acercarse al antiguo sector industrial Ava notó con claridad el abandono del área puesto que apenas y habían pasajeros en esa área y de hecho tras un rato ella era la única en todo el autobús, aparte del chófer claro está.

El transporte salió del perímetro de la ciudad llegando a una última estación a las afueras, a un lado de esta se hallaba un camino de cemento que llegaba hasta una muralla, cerrada mediante un portón metálico automático, resguardando una casa en la cima, la cual, supuso que era su destino.

Ava pagó por el transporte y bajó sus maletas, siendo incluso ayudada por el chófer que notó que tenía problemas con ellas.

-¿Vas a quedarte en este sitio?- Le preguntó conociendo esa última parada y a sabiendas de que rara vez había alguien en ella.

-No me queda de otra en realidad- Respondió la muchacha bajando la segunda de sus maletas a la estación de autobús y le agradeció la ayuda.

-No pasa nada, al menos ya veo que tendré una pasajera si te quedas por aquí- El chófer se despidió de ella con amabilidad y cerró la puerta de su vehículo para irse, habiendo concluido su ruta, de vuelta a Niemand.

Ava tomó las maletas y miró hacia la casa en la cima de la colina, inhalo y se llenó de valor para subir por ese camino hasta su destino.

Al llegar al portón notó que había un sistema de megafonia desde el, seguramente para llamar al interior del perímetro. Tocó el botón en el muro y llamó a quien quiera que estuviese en el interior.

-Hey, me dijeron que viniese a esta dirección, chico de los ojos grises dime que estás por ahí- Dijo a través del sistema de megafonia esperando que hubiese alguien en la casa.

-Pasa- Contestó una voz desde el megáfono en la puerta y se escuchó como se activaba el portón, abriéndose automáticamente y dejandole paso libre a Ava.

La chica tomó aire antes de pasar al interior del recinto, cerrándose el portón tras de ella al hacerlo "¿Esta casa está embrujada o qué?" Pensó por instinto al escuchar que la puerta se cerró sola a sus espaldas.

Sacudió la cabeza y siguió adelante, ignorando ese pensamiento estúpido, llegando a la puerta de la casa, tocó el timbre de esta y escuchó como la puerta se abría automáticamente siendo que también tenía un mecanismo eléctrico.

En el interior de la casa se sentía un ambiente opresivo y frío, nada similar a lo que sería un hogar. Al pasar notó una sala con varios sofás acomodados en torno a una chimenea que tenía un televisor sobre esta, y, tras acercarse notó al mismo tipo de antes, vestido con un chándal negro de cuerpo entero acostado en un sofá ocupando toda su superficie con total relajación.

El joven solamente la volteó a ver y la saludó con un:

-Hey-

Sinner [Sindicato #1] (En Proceso De Reedicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora