08

4.6K 770 99
                                    

Capitulo 08: "Elemental".

YoonGi alzó una ceja, manteniéndose sereno. Problemas, ese hombre que llamó a Kim significaba problemas. Entonces suspiró, porque creyó—ingenuamente—que los disturbios empezarían cuando arribarán a Lynios. Se había equivocado, claro está. Aunque, mientras aquél hombre peliblanco no hiciera ningún movimiento, él no agotaría el cartucho de su arma.  

Logró observar por el rabillo de sus ojos como TaeHyung se tensó. Lucía nervioso, un poco algo perturbado, quizás. YoonGi se creía ingenuo, tonto; haber dejado a Jung traer a alguien más sin queja alguna había sido estúpido.

Sin embargo, aquello no era el mayor de sus problemas en ese momento. El hombre se detuvo frente ellos, las peculiares llamas de su mano izquierda alumbraba su rostro; una cicatriz vertical cubría su ojo derecho, blanco, y ciego. Su cabello, cubierto por una capa azul, era extraño, de igual forma, blanco. Piel bronceada, y alto. Se veía a simple vista diferente, intimidante. El fuego de sus manos aumentaba la presión en su pecho cuando entendió a qué se enfrentaba: un elemental de fuego.

¿No estaban todos muertos?, pensó. Claramente, no todos.

—Vete, Nikolay—dijo entre dientes TaeHyung. A su lado, JiMin deslizó su mano discretamente hacia su muslo. HoSeok, sin embargo, y quién parecía conocer más a Kim, se miraba sereno. Tranquilo, detrás de TaeHyung, cruzado de brazos.

—Vamos, bonito, hace casi un año no te veo—dijo Nikolay. Sonrió de lado y avanzó un paso. En un instante, un arco y una flecha amenazaron con su vida. YoonGi sonrió, sí, JungKook le agradaba más que nadie—. Mmh, los chicos de ciudad tienen agallas, ¿eh?—Y rió.

—¿Quién mierda eres?—dijo Min. Luego miró al Sr. Choi. El viejo no le miraba, YoonGi dedujo fácilmente porqué. Maldito hijo de puta, pensó.

—Lo necesitamos, Min—El Sr. Choi dijo, intranquilo. Temía por su vida, y era bueno que lo hiciera. Sudor caía por su sien, nervioso. Lamió sus labios un par de veces y miró a Nikolay fijamente antes de volver hacia él—Lo necesitamos, debemos pasar por su pueblo para llegar a Lynios. Es el líder, sin él, ya estaríamos muertos.

NamJoon se movió a un lado de JungKook. Con su navaja en mano. El militar parecía saber algo, por mínimo que sea. Alzó su ceja, mirándolo y preguntando con su mirada. Kim le devolvió la vista y leyó el gesto de sus labios: "después". Volvió la vista a TaeHyung, se había escondido detrás de Park, ahora lucia asustado. JiMin, en cambio, mantenía el ceño fruncido.

El peliblanco se inclinó—Nikolay Ivanov, para servirle...

—Min YoonGi—contestó. Asintió hacia él y Nikolay se alzó nuevamente. Lo miró fijamente, algo curioso por su unico ojo azul. El contrario le devolvió la mirada, decidido. YoonGi lamió sus labios; era un líder. Del Clan de Fuego, seguramente.

—Un Min...—murmuró entonces. JungKook ya había bajado su arco, pero NamJoon sostenía su navaja con más fuerza que antes—. No sabía que el viejo tenía un hijo.

—No lo tiene—YoonGi hizo una seña con su mano. Detrás suyo, todos guardaron sus armas. Sí Min no lo consideraba amenaza, hasta el momento, ellos tampoco.

Incluso sí a ninguno le cayera demasiado el criminal. No por nada era el más buscado de Delirium, las consecuencias de aquello era una de esas; el respeto. Cada uno demostraba cierta sumisión ante él, consciente o no de sus actos.

Siete de Diamantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora