Capitulo 16: información.
YoonGi abrió los ojos cuando aún era de noche.
Le había costado horas y muchas vueltas en la cama tratar de dormirse. No había tenido éxito y se rindió con un suspiro largo, mirando el techo y con la mente en blanco. Solo entonces pudo, finalmente, caer dormido.
No le sorprendió ni un poco que JiMin haya logrado conciliar el sueño tan pronto tocó la cama y cerró los ojos. Tampoco le sorprendió que siguiera descansando, esclavo del cansancio y quién sabe qué otras preocupaciones y problemas. No es que a YoonGi le importara, pero no iba a ocultarse a si mismo el hecho de que estaba celoso de la facilidad con la que pudo dormir.
Estaba siendo ridículo.
No sabía que hora era, la noche seguía siendo tan oscura como cuando recién se había escondido el sol, y el cielo no daba señales de que amanecerá pronto. No había nada que pudiera hacer y, como no tenía sueño, en cambio, observó a JiMin.
Su pecho se movía arriba y abajo con una suavidad impresionante, casi frágil a la vista. La respiración era lenta e imperceptible, y uno podría considerar que estaba muerto si no fuera por los pequeños suspiro que soltaba sin darse cuenta. Parecía a gusto, rendido en el mundo de los sueños, y tan diferente a lo usual que YoonGi se preguntó si era la misma persona. Sereno, relajado y suave. Esa fue la impresión que tuvo al mirarlo. No debería estar pensando en él siendo suave a la vista, YoonGi sabía con certeza que, si JiMin quisiera, era capaz de asesinarlo. Era reconfortante saber que no lo intentaría, porque sabía que él mismo le devolvería el favor, aunque fuese lo último que hiciera.
Lo prefería callado, la verdad, pero era estúpido desearlo: JiMin volvería a tener una actitud insoportable y poco encantadora tan pronto volviera a despertar.
Así que se dio la vuelta y miró la ventana.
No supo cuándo volvió a dormirse. Y cuando despertó de nuevo, una voz le habló suave y burlona.
—Si solo querías abrazarme pudiste haber pregunto, ¿sabes?
YoonGi abrió los ojos y, lamentablemente, la primera imagen que sus ojos captaron fue la sonrisa ladina de JiMin. Estaba demasiado cerca de lo usual. ¿Por qué estaba demasiado cerca de lo usual?
JiMin estaba, de hecho, en su pecho. Apoyando la barbilla sobre sus manos entrelazadas y mirándolo como si fuera un aperitivo. Tenia los ojos más cautivadores que YoonGi había visto y aún así lo odió.
YoonGi liberó sus brazos del agarre que ejerció sobre la espalda del contrario, y lo empujó. JiMin rodó fuera de él sobre la cama con una carcajada limpia. Lo miró tan enojado como pudo, pero JiMin solo siguió riendo e incluso se sacó lagrimas de los ojos. El muy bastardo.
—¿Te parezco gracioso?—preguntó.
—Si. —JiMin sonrió en grande y se levantó de la cama—. Hablas dormido.
YoonGi lo miró fijamente sin mostrar indicios de cuan tenso lo había puesto su declaración. Fingió demencia.
—No lo hago.
—Si, lo haces. Es adorable.
—Veremos si te parezco adorable cuando te clave mi daga en los ojos.
—Vamos, ¿en serio, Min? —JiMin rodó los ojos y caminó hacia el baño—. ¿Tan temprano? Por lo menos espera a que comamos algo.
YoonGi no contestó, reacio a seguir el juego de tira y aguanta que JiMin estaba decidido a someterlo, solo para averiguar hasta donde llegaban los limites de su paciencia y probar qué tan ciertas eran sus amenazas. No se permitiría caer en los engaños infantiles de un descerebrado como JiMin.
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Siete de Diamantes
FanfictionMin YoonGi es un famoso asesino en el bajo mundo, conocido por nunca fallar en una misión. Es un lobo solitario, pero cuando una propuesta innegable se le es ofrecida, debe reclutar un equipo de delincuentes dispuestos a arriesgarlo todo en una misi...