My Own Private River

Capitulo 13

River imaginó que Keanu lo deseaba. Pero de distinta forma a como el lo había besado en su desafortunado pasado. Había estado a punto de tirarlo al suelo a causa de su ímpetu. Se había comportado como un ingenuo. Y Reeves lo había rechazado sin ocultar su disgusto. Incluso borracho, River había comprendido hasta qué punto había sorprendido a Keanu. Después de algunos intentos absurdos, Keanu había logrado desasirse de su acoso. Entonces le había gritado. ¿O quizá primero había vomitado y después Keanu le había gritado? No lo recordaba.

Pero eso era agua pasada y ahora la historia era diferente. No existía nada más que el presente. Su corazón dio un pequeño brinco dentro de su pecho. La lata chirrió un poco entre sus manos al apretar con excesiva fuerza.

—Muy bien—dijo en medio del silencio y el bochorno—¿Cuál de los dos besa mejor?

—Yo soy mejor—respondieron al unísono y Keanu lo miró por debajo de las gafas de sol con un ojo guiñado—¿Por qué lo preguntas?

—Creo que necesito algunas lecciones—afirmó River.

—Es una buena idea—apuntó Jonathan y guiñó un ojo a River mientras se refrescaba.

—Es una pésima idea—rectificó Keanu con cara de pocos amigos—No necesita ninguna clase, así que no le des ánimos.

—Vaya, lamento que no lo apruebes—dijo River mirando a Keanu—Pero lo digo muy en serio. Quiero dominar la técnica. Y quiero que me enseñe el mejor. ¿Quién va a ser?

—Los dos te enseñaremos, River—sugirió Jonathan—Así recibirás lecciones de dos maestros en el arte del beso.

—Olvídalo—Keanu se sentó—Todos nacen con un conocimiento innato de la seducción. Tendríamos que enseñarle lo que debe esperar y cómo hacerle frente. Artes marciales, por ejemplo. ¡Eso sería una buena idea! Además, no voy a tolerar que River soporte de forma consecutiva las lenguas de dos hombres en su garganta. Es grosero y desagradable.

—¡Vaya, me alegro de ahorrarme esa lección! Hundir tu lengua en mi garganta—repitió River con asco—Si es así como pensaban comportarse, prefiero besar un sapo.

—No hay sapos en el mar—explicó Jonathan y buscó una moneda en el bolsillo de su pantalón—Si aprendes con un maestro no tendrás que besar a un montón de sapos. Lo echaremos a suertes, Reeves.

—¡Dios mío! Serías capaz de jugarte algo tan íntimo como un beso—dijo Keanu.

—¡Claro que sí! ¿Acaso has olvidado a Jennifer?

—Eso fue distinto.

—No le hagas caso y lanza la moneda—dijo River y miró a Keanu—Si a él no le importa, ¿por qué habría de importarte a ti?

—He dicho que lo olvides—Keanu se enfadó—Ninguno de los dos le va a enseñar nada. Aparecerá el hombre ideal para él y le enseñará todo lo necesario. Hasta ese momento, no acerques tus labios a River.

—¿River?—llamó Jonathan.

—Si Keanu no quiere ayudarme—levantó los hombros—agradeceré cualquier consejo que puedas ofrecerme. Gracias, Jonathan.

—Levántate,rubio—Jonathan le dedicó una encantadora sonrisa—Veamos de lo que soy capaz, dadas las circunstancias.

—Quédate donde estás, River.

—No seas tan cascarrabias—River se levantó y dio la mano a Jonathan—¿Cómo lo hacemos?

—Acerca tu boca a la suya y te convertirás en cebo para los tiburones—Keanu se levantó de un salto—Y aparta tu mano de su trasero.