—Riv, yo...
En vez de contestar, el rubio lo golpeó con la cadera y ambos cayeron juntos sobre la cama que tenían detrás.
River prosiguió con sus apasionados besos recorriendo cada parte de su cara. Un deseo frenético y violento invadió el cuerpo de Keanu. Abrazó a River con fuerza y se concentró en la dulzura de sus labios, la habilidad juguetona de su lengua y la presión de su cuerpo. Intentó resistirse, pero era demasiado tarde. Jadeaba junto a la oreja de Keanu. ¿Cómo podía saber que existía una conexión directa entre la oreja y su entrepierna? Preso del pánico, Keanu comprendió que su cuerpo ya no obedecía las tímidas órdenes de su cerebro. Los besos, cuyo efecto era narcótico, se sucedieron. Las alarmas en su cerebro se disiparon mientras el rubio arqueaba su cuerpo. Quiso empujar a River con sus manos fuera de su alcance, pero solo conseguía sujetarlo con más fuerza. Los ojos de River eran como ámbar líquido. Repetía su nombre en silencio. Volvió a sumergirse en la humedad de su boca. Keanu quiso evitar sus besos, pero la lengua de River se movía con destreza y voracidad. Sus caderas se movían para encontrar una posición más cómoda.
—¿Qué estás haciendo? —masculló Keanu sin aire.
River deslizó la mano por el torso de Keanu y le arrancó la camisa fuera de los pantalones vaqueros. El pelo formaba una especie de arco que los enmarcaba a los dos y mantenía a Keanu contra la cama gracias a su posición dominante. Sus ojos brillaban como el ámbar y lo miraban fijamente.
—¿Sabes una cosa? —susurró River y le mordisqueó el labio—. Hablas demasiado.
Lo sujetó por el pelo con una mano mientras lo desnudaba con la otra. Keanu sintió que se le nublaba la vista con cada nuevo beso. Destilaban deseo, ansiedad y pasión. Sentía el aliento cálido de River dentro de su boca. Era una sensación tan agradable que resultaba dolorosa. Todo su cuerpo sentía el efecto de la adicción y ardía, pero tenía que ser sensato. Cerró los dedos sobre sus brazos y la empujó. Pero al segundo estaba acariciando su piel de seda.
—No sabes lo que estás haciendo—dijo Keanu.
—Mejoraré con la práctica—asumió River, que no había entendido el sentido—Soy un hombre, Keanu. Sé perfectamente lo que quiero.
Era una persona curiosa e inquieta. El pulso de Keanu se aceleró al ver la firme determinación en la mirada lasciva de River. Keanu gimió al comprender que era el elegido porque nunca le haría daño.
—No, espera un momento. Riv, espera...
Keanu recordó que era virgen. Esa era una razón de peso para parar aquella locura. Tenía que detener el curso de los acontecimientos con delicadeza. Intentó separar sus cuerpos. Tenía que encontrar una buena razón.
—¡River! ¿No crees que deberíamos hablar de esto?
—¡Oh, Keanu! Hueles tan bien.
Dejó escapar un gemido primario al sentir un lametón, suave y húmedo, sobre su pezón. Procuró no reaccionar, pero hacía semanas que soñaba con ese momento. Incluso décadas. Luchó contra sus instintos. Pero perdió la batalla.
—¿Estás seguro?
—Por favor,Keanu, hazme el amor—suplicó River.
Girando sobre la cama, Keanu se volcó sobre él y lo besó. River sintió un zumbido que atravesó su cuerpo como alcohol de quemar. Mientras Keanu se afanaba en mostrar las habilidades de su boca, bajó la remera de River hasta dejar libre su pecho. Su mirada resplandeció.
—Tocarte es como un sueño—dijo Keanu.
—Soy real.
—Y doy gracias a Dios—dijo Keanu—Eso que llevas te sienta de maravilla, pero quedaría mejor en el suelo.
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My Own Private River
Fanfiction𝕮𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖚𝖓𝖆 𝖕𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖗𝖊𝖘 𝖙𝖊 𝖕𝖎𝖉𝖊 𝖆𝖑𝖌𝖔.... ¿𝕮ó𝖒𝖔 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖈𝖎𝖗𝖑𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖔? ►𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓 𝖉𝖊 𝖚𝖓𝖆 𝖓𝖔𝖛𝖊𝖑𝖆 𝖗𝖔𝖒á𝖓𝖙𝖎𝖈𝖆 𝖔𝖗𝖎𝖌𝖎𝖓𝖆𝖑.◄