Capítulo 18

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—Keanu, yo...

—¿Quieres que apague la luz?—se adelantó.

—Claro—dijo River, abrazándolo.

Keanu se abrazó a él con cuidado. River se estremeció y le sonrió.

—¿Te encuentras bien, Riv?—habló el morocho.

—¡Estupendamente bien!—dijo el rubio.

Keanu se estiró y apagó la luz. La habitación quedó a oscuras y se acostó junto a él. Sus cuerpos estaban separados por unos centímetros, pero sus necesidades estaban a años luz.

—Ha sido la noche más linda de mi vida, Riv—suspiró—¡Es maravilloso tenerte a mi lado!

La pausa fue tan larga que Keanu llegó a pensar que River se había dormido. Al cabo de un rato, escuchó la voz del rubio nuevamente.

—Ni me lo digas, Keany—le sonrió—¡Es un sueño para mí!

—Así no era como tenía que ocurrir—confesó Keanu—Tendría que haber sido más romántico ¿Verdad?—rió el morocho.

—¿Crees que no lo he disfrutado?—preguntó River con cara pícara—¡Me la he pasado genial!

—Créeme, cielo. Yo también lo he pasado increíble.

—Keany, ¡me ruborizas!—contestó Phoenix, sonrojado. 

Reeves le besó la punta de la nariz.

—¿Seguro que te encuentras bien?

—No podría estar mejor—contestó el rubio—Pero voy a darme una ducha dentro de un minuto.

Keanu comenzó a hacerle piojito a River. De repente, volvió a hablar.

—River, comprendes que esto cambiará nuestra relación ¿verdad?—soltó.

—¿Por qué?—curioseó—No quiero que cambie—respondió Phoenix con firmeza.

—¿Qué vamos a hacer con esto que nos pasa?—repreguntó el morocho.

—Quiero estar contigo—dijo, firme mirándolo a los ojos—¿Tú no?

—Claro que si, Riv. Muero por estar contigo.

—¿Y qué estamos esperando?

—No lo sé—respondió Reeves—Solo quiero que estés seguro.

—Lo estoy—dijo River—¿Y tú?

—Totalmente seguro—se aventuró Keanu a decir—¿Quieres que me vaya, cielo?—preguntó, lascivo.

—¡Claro que no!—contestó el rubio, levantando su rostro y contemplando el rostro de Reeves nuevamente—Quiero que nos quedemos toda la noche aquí sin movernos—sonrió.

Keanu lo besó.

—Puedo quedarme hasta que recupere el aliento—habló Keanu—O toda la vida si tú así lo deseas.

—Toda la vida—dijo el rubio que se levantó del colchón, hundiéndose un poco—Voy al cuarto de baño—dijo y le dio un pequeño beso en los labios—Te veré por la mañana, Romeo.

El morocho sonrió embobado.

Keanu escuchó sus pasos sobre la moqueta, la puerta del baño se cerró y un haz de luz apareció por debajo. Keanu se quedó pensativo. No podía creer que había pasado la noche con el gran amor de su vida desde que tenía uso de razón. Quería hacer el amor con River toda la noche. Se secó las manos húmedas en las sábanas. Sentía que estaba atravesando una tormenta emocional. Habían dado un paso crucial entre ambos.

My Own Private RiverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora