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02:

Dos semanas después...

Oficialmente el otoño había llegado, época que más amaba Melody debido al clima y a lo hermosa que se volvía la madre naturaleza en ese momento pintando las hojas de los árboles, al igual que el césped entre otras cosas. Lo único que le gustaba de su día era cuando era la hora de la salida y caminaba hacia casa, apreciando el lugar, lo demás lo detestaba, y más porque sus compañeros ya le habían puesto un apodo, pigi, debido a su físico, ya que las demás chicas que estudiaban nutriología como ella, eran delgadas, con un hermoso cuerpo, en cambio Melody, tenía sus muslos grandes al igual que su torso y sus brazos los cuales eran algo gruesos, pero, no le importaba, ella se amaba y no quería regresar a su cuerpo delgado ya que igual con el mínimo golpe se le hacían moretones.

—Hola pigi, ¿hiciste tu parte del proyecto? -le preguntó una de sus compañeras con la cual hacía un proyecto.

—Así es —le entregó una carpeta donde tenía su información—, ¿quién falta de poner su parte?.

—Nadie, eras la última, aún así gracias pigi -dijo sonriente para luego irse.

Melody soltó un leve suspiro nasal viendo como se iba para ir hacia su lugar y sentarse evitando ver por la ventana pues no quería tener un ataque de pánico debido a la altura recordando aquel suceso de cuando era pequeña. Las clases comenzaron, siendo igual de tranquilas que siempre. Melody anotaba en su libreta lo que las maestras anotaban en el pizarrón, subrayaba lo que le pedían en sus libros y cada vez que tenía una duda o le pedían alguna opinión alzaba la mano, así hasta la hora del descanso.

Tomó su manzana y libro para salir de su salón e ir hacia la banca de siempre. Desde aquel día que se topó con Beomgyu no le volvió a hablar, lo había visto subir las mismas escaleras todos los descansos, incluso tomando fotos en el jardín, pero no le hablo debido a que su corazón latía con fuerza cuando estaba junto a él. Había veces en las que quiso acercarse y hablar con él, pero le era imposible, no tenía el valor para hacerlo.

—¡Melody!

Pareciera que por culpa de sus pensamientos lo había invocado, debido a que este se acercaba a ella por un cruce de pasillos, él venía del área de los números, área que Melody odiaba porque no los entendía. Beomgyu se acercaba a ella, tenía el mismo cubrebocas, solo que ahora vestía ropa cálida con un pantalón negro, camisa negra y un suéter color crema. Una vez estuvo delante de ella, no pudo evitar morder ligeramente su labio inferior conteniendo la pequeña emoción de poder verlo y hablarle.

—¿Si? —dijo Melody.

—¿Puedo hacerte una pregunta un poco rara?

—Am...claro, dime.

—¿Te gustan las f-

—¡Pigi! —llamó una de sus compañeras a lo lejos acercándose—. Oh lo siento, ¿interrumpo? —preguntó mirando a Beomgyu.

—N-no adelante...—dijo Beomgyu retrocediendo un poco.

—Bien —miró de nuevo a Melody—. Tenemos otro proyecto y me preguntaba si querías estar en mi equipo.

—¿Contigo? —preguntó Melody señalando levemente.

—Si, adoro como decoras los proyectos y las actividades, y no soy tan buena como tu. ¿Quieres ser parte de mi equipo o ya tienes otro?.

—Primero que nada —se cruzó de brazos, mirándola—, para ser la representante del salón tratas muy mal a los demás. ¿Sabes por lo menos como me llamo?.

—Am...¿Mabel?.

—¡Melody! —se quejó molesta—. Y no, no quiero estar en tu equipo, gracias.

—Oh...de acuerdo, lo siento pi-Melody —dijo avergonzada para luego irse.

Los tres amores de Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora