04.

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05:

Un año después...

Diciembre había iniciado, el frío estaba en su mayor esplendor haciendo que los lagos se hicieran hielo, pero incluso eso no detenía a las personas a ir a la feria que se habría todos los años en el mismo lugar, eso incluía a Melody y sus amigos. Justo como habían dicho hace un año, regresaron a la feria. Yoon y Sunoo seguían siendo pareja al igual que Melody y Soobin, quienes habían salido mucho más desde que eran pareja, obviamente sin descuidar los estudios ni la relación con sus familiares.

Hubo veces en las que Melody fue a cenar a casa de Soobin, incluso una vez conoció a su familia paterna la cual era la más cercana ya que su familia materna vivía en su ciudad natal, Ansan. Se había sentido cómoda con ellos ya que eran muy alegres, todos la habían recibido amablemente, al igual que la familia de Melody a Soobin, a quienes conoció en su cumpleaños ya que como cada año, iban a una quinta a festejarla. Quienes los veían decían que eran la pareja perfecta, siendo que casi nunca discutían, y si lo hacían era por algo absurdo, como que helado era mejor, choco menta o vainilla con nueces.

—Nos vemos en media hora frente a las tazas giratorias —dijo Sunoo para luego tomar de la mano de Yoon para irse junto a ella.

—Hasta luego —dijo Melody mientras movía su mano en forma de despedida hacia ellos – ¿Quieres jugar o prefieres ir primero por unos churros? —miró a Soobin.

—Veamos si lo que me enseñaste el año pasado aún sigue, ¿te parece?

—Por supuesto.

Ambos comenzaron a jugar, apostando entre ellos. Esta vez Soobin no fallaba tanto como las primeras veces, todo lo que Melody le había enseñado había dado frutos teniendo en mano tres peluches y un gorro en su cabeza. Melody igual había ganado en ciertos juegos, llevando un gorro de conejo y unas gafas de corazón, aunque para el clima que hacía no servían mucho.

Soobin estaba intentando ganar en un nuevo juego, la prueba de fuerza con un martillo. Le entregó dos monedas al señor a cargo de ese juego, tomó el martillo con ambas manos, retrocedió un poco para luego soltar un leve suspiro y con fuerza, golpear el círculo rojo, haciendo que la línea llegará hasta el número cincuenta.

—Nada mal niño, sigue comiendo tus vegetales —le dijo el señor, entregándole premio el cual era un peluche de un toro.

—Muchas gracias señor —tomó el peluche, metiendo con cuidado en la pequeña mochila que llevaba, pues sabían que esa vez llevarían premios a casa—. ¿A donde quieres ir ahora?

—¿Te parece si ahora vamos por ch-

—Mira y aprende mocoso —dijo un chico llamando la atención de ambos, quien tomó el martillo con ambas manos para luego golpear con fuerza el círculo rojo, haciendo que la línea llegará al número noventa—. Así es como se hace.

Dijo burlón para luego reírse junto a su pequeño grupo de amigos, haciéndolo sentir mal, Melody lo había notado, como su expresión había cambiado con aquel chico siendo que estaban casi igual físicamente aunque Soobin era más alto que él.

—No le hagas caso Soobin —este la miró, formando una pequeña sonrisa con sus labios—, el hobbit no se compara contigo en lo más mínimo.

Este contuvo una carcajada para luego mirarlo, momento en que este se molestó, su pequeño grupo de amigos igual contenían una carcajada, pues sabían que eso lo hacía enojar mucho. Melody sonrió para luego tomar la mano de Soobin e irse de ahí.

—No debiste defenderme —dijo Soobin.

—Se lo merecía, es un idiota —dijo sin verlo.

—No era el único hobbit —dijo sonriente, recibiendo una mirada amenazadora de parte de Melody—. Es broma, sabes que me gusta molestarte con tu altura.

Los tres amores de Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora