"No hay hermosas superficies sin Terribles profundidades"
F. Nietzsche
Fernando Escandón
Un nombre que sin duda ahora significa mucho en las tierras de San Marcos mientras observa con satisfacción la reacciones de las personas al preguntar por dicho nombre en las reuniones de las empresas Reyes-Elizondo.
Ahora ve que da más respeto muerto a cuando estaba "vivo" en estas tierras y eso sin duda es gratificante, ya que aunque sea con el recuerdo los desgraciados de los Reyes le guardan temor y no viven tranquilos mientras me pronuncian.
Pero no es suficiente... Tienen que pagar muchas más deudas...
Pensaba mientras nuevamente me encontraba como invitado en el la hacienda Reyes dado los tratos que empezo a tranzar con Franco Reyes de la carne de Res.
Y pensar que sín ese anciano del Dr. Armando Rivera que intentó hasta lo imposible para despertarme cuando llege a la morge al ver mis últimos indicios de vida y arreglar mi rostro cómo el de mi hermano fallecido, está reunión no sería posible.
Sarita Mi amor - la llamo y le dio un beso en los labios, por lo que aguante las ganas de golpear a ese animal por ensuciar su bello rostro - te quiero presentar a Alejandro del Monte Rivera ; el nuevo inversionista con quien transamos los intercambios a la capital - le terminó de decir el desgraciado de Franco Reyes a Sarita la cual sin duda desprendía la belleza y sensualidad que aún recordaba.
Va a ser mía... Siempre debiste ser mía.
Fue lo que pensé mientras la saludaba buscando evitar que se notará mi encanto con ella.
Es un gusto saber que aún existen mujeres que son capaces de llevar las haciendas de forma tan parfecta, en la ciudad uno no tiene el placer de encontrar mujeres así - le dije yo mientras ella me sonreía con encanto ya que siempre ha buscado que alguien aprecie lo que hace por su hogar.
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Pasión de gavilanes II.
FanfictionAmor, pasión y locura se desatará con el tiempo en el fundó de los reyes... Oscar no queria sentir lo que sentía y tampoco espero estar tan enamorado como estaba...al grado de querer dejar de ser el otro en la vida de ella pero ya no podía... Ya no...