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"te quiero como te quieren los patos ; patoda la vida"
Anónimo.

Miguel Bárragan siempre ha sido el más cuidadoso entre él y su hermano Manolo respecto a las relaciones amorosas

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Miguel Bárragan siempre ha sido el más cuidadoso entre él y su hermano Manolo respecto a las relaciones amorosas.

Nunca exigió tener una mujer hermosa a su disposición y menos después de ver cómo su padre traicióno a su madre mandándola a encerrar al manicomio sólo porque le gustaba una muchacha más joven y hermosa.

Pero pese a que ese tema ya se soluciono aún pude ver a su madre dolida ; por eso y ahora que pasaron años de esa situación, él por fin comprendío que la belleza no lo era todo en la vida ; además la mujer que él ahora quiere no puede verlo nada más que como un compañero de trabajo por su inmadurez de antaño y casi como un niño travieso por los problemas en que lo mete su hermano.

Ella era tan comprensiva y sin duda era muy dicharachera como chismosa también, a la hora del almuerzo era cuando más disfrutaba de su compañía pese a que su hermano era el que más convivía con ella dándole chistes y sacando momentos graciosos entre los tres.

Eso lo hacía sentir incómodo porque su hermano estaba pasando más tiempo del esperado con ella y no quería perder la oportunidad de confesarle lo que sentía pero no encontraba las palabras adecuadas aún.

Oye hombre, te estoy hablando y tú ni encuenta me estás tomando - le reprochó Juan molesto - a ese paso Quintina nunca va notarte canijo, si eres tan poco despabilado.

¡Juan por favor! Que sucede si ella te escucha - le respondí avergonzado de que incluso él notarse mis sentimientos por ella.

No es que tú disimules muy bien que digamos porque hasta un ciego lograría ver que te gusta la mujer - dijo su patrón mientras acomodaban dos caballos para montar.

Oye Juan a todo esto ¿para quien son los caballos? - pregunto mientras terminaban de arreglar las monturas.

Norma me pidió mostrale a la señorita Lorena los terrenos de la hacienda y pues no le puede decir que No - le contesto justo al términar las monturas en los caballos, minutos después llegó la señora conversando muy feliz con Quintina la cual les preparo una canasta para que ella y Juan comieran algo en él camino.

Yo no se si seré muy obvio o Quintina es la muy despreocupada en éste tema porque la señora en cuanto vio mi rostro, nos invitó a los dos y a mi hermano a una fiesta de inauguración de un restaurante en el pueblito que según parece era de su amiga Analia Rivera.

Tienen que ir los Tres, yo se que les va a gustar y a tí Quintina te vendría bien una noche de descanso - le dijo la mujer mientras tomaba la canasta y la acomodaba en el caballo.

Por supuesto señorita - le dijo muy agradecida y sonrojada Quintina.

Tú nos dices la fecha y nosotros le dejamos la semana libre a Quintina y a los muchachos para que disfruten tranquilos - le comento Juan muy sonriente y agradeció con la mujer.

Hace años que no veía a Juan con esa mirada pero no entiendo porque me es tan difícil saber que significa.

Bueno muchachos nos vemos el lunes entonces, las invitaciones llegarán en éstos días - nos dijo mientras montava a uno de los caballos nuevos y se retiraba charlando con Juan sobre los avances de Doña Gabriela y Don Martín.

Cuando nos quedamos solos llego mi hermano y nos retiramos los empleados a almorzar a la cocina de la casa grande.

Por lo menos yo no creía que la señorita Ruth era un fantasma - les dijo Olegario en respuesta a un comentario de Manolo por cuando Dominga y Quintina lo golpearon por jugar con ambas.

El almuerzo hiba como siempre y todo los empleados la pasábamos bien mientras unos a otros nos molestabamos.

Horas después nos retiramos a trabajar nuevamente por lo que Olegario me designó ir a entregarle unos papeles a doña Sara ; así que fui a su oficina y según parece escuche lo que no debía nuevamente.

¡Ese hijo es mío Sara Reyes! y lo sabes muy bien por que hace tan solo unas semanas tú y yo lo concebimos aquí - le decía Oscar a la esposa de su hermano.

Oscar por favor, no hagamos éste problema mas grande ya que suficiente son las escenas y desplantes que me hace Franco con sus celos a Gael - le decía agotada la señora.

En vista y considerando la situación prefieri retirarme, ya que con Libia pasamos una situación tensa por los copucheos y la información delicada entregada a los hermanos Reyes y eso sin duda no se volverá a repetir.

Por lo tanto ésta conversación voy a hacer cómo que nunca sucedió y nunca la escuché, las personas deben solucionar sus problemas solos.

Es que la gordita está bien buena pero no se si me atrevería a llevármela a la cama, suelen entregar sentimientos muy rápido - dijo uno de los empleados más nuevos de Olegario una vez llege a los Corrales.

¿Qué dijiste? - le comente mientras mi hermano encendía una radio a lo lejos y empezó a sonar una de las canciones de pamchita de Alcalá.

Que está dudoso pero que se piensa llevar a la gorda a la cama - le respondió otro de los amigos del muchacho.

Sin pensarlo muy bien me lanze contra ellos y Manolo al ver a que me estaban golpeando se unió a la situación.

En un momento éramos solo los cuatro y luego entre todos nos estábamos golpeando defendiendo los unos a los otros, mientras que detrás nuestro estaba Olegrio tratando de detenernos en vano.

Lo último que recuerdo entre la adrenalina es que Juan y Oscar nos separaban a todos mientras nos tomaban de nuestras ropas y nos levantaba con un brazo.

Minutos después estábamos todos en fila con la cabeza gacha todos moretiados.

Nos despistamos solo un minuto Sariata, Olegrio y Yo para poder ver otros temas ¡y ustedes pedasos de mastodoentes se colocan a pelear cómo niños de segundo grado! - nos gritaba molesto el patrón Oscar por lo que mas avergonzados vajamos la mirada -¡es que no pueden ser serios por un solo minuto!

Agradezcan que nadie salió lastimado y recuerden que los problemas se solucionan hablando, no a golpes - les dijo Juan cuando Oscar guardo silencio - ahora se retiran a trabajar canijos y nada de armar más peleas.

Fue su última orden mientras se reriban con una sonriente Lorena por lo irónico que fue que nos retardan como niños chiquitos, sin duda era una buena mujer y esperaba que su hermano quisiera intentar algo con ella ya que se veía muy buena persona.

Así que con las órdenes entregadas todos nos retiramos a cumplir nuestras labores, sin duda hoy ha sido un largo día pero dentro de poco podré pasar un día con Quintina gracias a la señora Lorena y nos podremos alejar de éstas situaciónes mientras yo podré decirle lo que siento por ella sin ningún contratiempo o persona de por medio.

Mire a mi hermano en busca de apoyo pero solo lo vi sobandose la mejilla.

¿Qué? ¿Y tú que me ves? Tú iniciaste la pelea y el que se llevó los mayores golpes fui yo, maldita suerte la tuya - le dijo su hermano mientras cojeaba y él se reía mucho más relajado que unos minutos atrás.

Continuará...
Espero sus comentarios.

Pasión de gavilanes II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora