I'll Wait For You To Heal

Capítulo 2. Inexorable.

"Déjate llevar y el tiempo te regalará un destino."- Anónimo

Wang Yibo no era espontáneo.

Tal vez en el pasado había sido infantil, cabezudo, o demasiado honesto. Pero no era espontáneo.

Ante situaciones en las que no hubiera habido un ensayo mental previo, él no sabía actuar. Y lo único que hacía en esos momentos era lo que mejor se le daba. Callar.

El hombre atractivo esperó unos segundos por algún tipo de señal, pero lo único que percibió fueron los ojos aterrados de Wang Yibo, reflejo de su estado de incredulidad ante sus gestos tan desenfrenados.

"Soy Xiao Zhan, encantado de conocerte," extendió su mano con confianza. Wang Yibo observó esa mano unos segundos antes de recordar que debía saludar él también.

"Em...Yo también... digo... Encantado de conocerte yo también... Xiao Zhan," tartamudeó. El sonido de su nombre era agradable. Era una combinación de letras armónica. Podías decir su nombre en un suspiro. De forma inconsciente, empezó a jugar con su pelo mientras sujetaba firmemente su mano. Le gustó ese roce.

Las manos dicen mucho de una persona.

En el caso de Xiao Zhan, sus dedos eran largos y delgados, y probablemente tocaba el piano por la dureza de sus nudillos.

Sin embargo, había una calidez y gentileza embriagantes que llegaban mucho más allá de su sentido del tacto.

"¿Y te llamas...?" inquirió Xiao Zhan mientras su mano era agitada por décima vez.

De repente, Wang Yibo separó el contacto, sintiendo el ardor subir por sus mejillas. Puso sus manos en los bolsillos para limpiar el sudor que emanaba de ellas, de forma que el hombre atractivo no se sintiera ofendido por el gesto. Se dio patadas mentales.

Actúa normal, ¡joder!

"Si, em... lo siento... Soy Wang Yibo," dijo después de respirar profundamente. Paró atento a la reacción de Xiao Zhan.

Este ladeó su cabeza, extrañado, y luego soltó otra carcajada.

"En realidad, ya lo sé," su sonrisa menguó de forma casi imperceptible. "Vaya... ¡Una superestrella!"

Wang Yibo sintió como se sonrojaba más mientras se estremecía. ¿Acaso se estaba burlando de él? No podía identificar ningún atisbo de burla en el tono su voz, pero sus palabras tampoco tenían mucho sentido así, solas. Decidió permanecer callado un rato más. Xiao Zhan se volvió a apoyar en la barandilla mientras observaba el estanque.

Wang Yibo quedó cautivado ante la imagen. La mirada melancólica de Xiao Zhan se había perdido en el horizonte, la luz de la luna alumbrándolo de forma tímida. Sus pestañas creaban sombras encima de sus pómulos, y tintineaban sin parar. Los reflejos de luz revivían un rato más en él, cada trazo de su rostro era perfecto como una misma obra de arte.

"¿Me prestas tu voz?"

¿Qué?

Wang Yibo despertó de repente, y observó sus alrededores, para ver si esa pregunta venía de algún otro lugar.

Pero estaban solos.

Volvió a observarlo. Xiao Zhan estaba jugando con los pétalos de una rosa. Desvió su mirada y lo observó profundamente a los ojos. Se quedaron en silencio un largo rato, Yibo ahogándose en el abismo de sus ojos.

Eran oscuros, aun así, era capaz de ver cómo sus pupilas estaban realmente dilatadas.

"¿Qué quieres decir?" Respondió cuando recordó que era su turno hablar.