Capítulo 24. To heal.

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"When you're serious, go to work. When you're confused, go read. When you're alone, ponder. When you're sad, go sleep." Xiao Zhan.


La noche había dejado caer su manto en la ciudad, cubriéndola entera de forma desafiante. Wang Yibo estaba en el balcón de su apartamento, apoyado en la barandilla, con los ojos cerrados. Si se concentraba lo suficiente, podía oírlo respirar, de esa forma tan particular.

Incluso podía percibir su olor, ese aroma a almizcle que lo hacía flotar en una nube.

Su mente lo estaba engañando de la forma más cruel posible. Y él estaba completamente a su merced.

Wang Yibo pensó que era ridículo que algo tan oscuro y frío como la noche pudiera llevar consigo recuerdos tan cálidos. Entreabrió los ojos lentamente para observar el cielo. Las estrellas, pegadas en el cielo de cristal, no paraban de parpadear. La luna, como siempre, brillaba con una luz que no era suya.

Nunca habría sido capaz de verlas sin la lobreguez de la noche.

Se preguntó si sería igual con las personas. Su corazón latió de forma ensordecedora.

Lo echaba de menos.

La nostalgia siempre atacaba de forma feroz.

Cerró otra vez sus ojos mientras intentaba imaginarse cómo sería poder descansar la cabeza sobre su hombro en esos momentos. Si pudiera sentirlo a su lado como un cuerpo real y no tuviera que imaginarlo, ¿cómo se sentiría?

¿Qué estaría haciendo Xiao Zhan en esos momentos?

¿Se habría olvidado de él?

De repente recordó esa noche de principios de enero. Hacía muchísimo frío, y aunque la calefacción estaba encendida, había sido como si fuera su alma la que estuviera congelada. Cuando fueron a dormir, se estiró encima del cuerpo de Xiao Zhan mientras él lo atrapaba entre sus brazos.

Así, acurrucado contra él, Wang Yibo había llegado a pensar que no había forma de sentirse más conectado a alguien.

Eran uno. 

En realidad, me da miedo que algún día no sepas quién soy.

El pensamiento lo sacudió.

Había pasado una semana desde la última vez que se habían visto. Su corazón todavía dolía cuando recordaba la mirada de Xiao Zhan, desamparada, como si no supiera qué estaba pasando.

Lo había roto todo él mismo, con sus propias manos.

Pero se convenció de que, aunque desde fuera pudiera llegar a parecer un gesto egoísta, en realidad era lo mejor para los dos.

Soy tóxico para él, se había dicho multitud de veces. Había pensado tan solo en sus propias emociones. Su existencia traía dolor. Esa era la realidad.

Quedarse en la relación habría traído el inferno en la vida de Xiao Zhan. Había estado satisfaciendo todos sus caprichos. Pero Wang Yibo era una persona rota. Era un cristal roto. El destino fatídico de todos aquellos que se le acercaran sería el mismo. Acabarían malheridos, y su guerra interna nunca se daría por concluida. Era demasiado tarde.

No tenía permitido amar ni ser amado.

Había abusado de la bondad de Xiao Zhan, que por no saber decirle que no, intentó curarlo de sí mismo.

No era justo para él.

Si no podía ofrecer nada a cambio, ¿cuál sería la diferencia entre estar con él y ser aprisionado? Si Xiao Zhan no era capaz de verlo, él mismo se encargaría de su bienestar.

I'll Wait For You To HealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora