08; Make me yours

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En donde Vanitas es un omega que se hace pasar por beta, hasta que en un momento de celo Noé descubre esa mentira ❜

AU omegaverse, no tienen nada que ver con el anime.

⚠ Continuación dos de; Make me yours 

⚠ Contenido homoerótico, +18

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—Hazme tu omega —el tono del azabache estaba matizado por la venenosa sensualidad, su preciosa voz aterciopelada sonaba angelical, incluso engañosamente inocente. Ladeó lentamente la cabeza, haciendo que la desordenada noche de su cabello se moviera a un lado, exhibiendo un espacio en la inmaculada palidez de su cuello. Acción que otorgaba mayor peso a sus palabras, porque exponía el lugar donde su enloquecedor aroma se intensifica.

Y sin esperar un segundo más, Noé tomó entre sus manos las coloradas mejillas, acercando con timidez sus acalorados rostros, para devorar el brilló natural de esos labios. Un suave roce, que se profundizó al empujar su lengua dentro de la cavidad bucal, degustando su ternura y dulzura. Una mano lo atrapó por la parte posterior de su nuca, para empujarlo contra la dulce boca del azabache. Era la primera vez que se besaban, y no solo  por el aire sexual, sino por el amor que habían enfrascado durante años. Sus cuerpos calientes por la libido alta, pero sus corazones ardiendo por la indistinguible llama, que se encendió la primera vez que cruzaron miradas. Se separaron cuando escasea el aire, con un fino hilo de saliva que les indicaba un camino devuelta a sus bocas.

Noé levantó la camisa húmeda por el sudor, redescubriendo la suavidad de la piel, acariciando sus costados. El gemido que escapó de Vanitas comprendía el más hermoso significado de melifluidad, seguido de suspiro de mero alivio al sentir las caricias de azúcar morena en su sensible y caliente cuerpo. 

No aparto la mirada de las orbes azul cristalino, se volvían más rutilantes cada que pellizcaba en alguna zona erógena. Esos cerúleos eran todo un cataclismo, significaba que ambos terminarían en ruinas.

¿Sabés las consecuencias de acostarnos en éste momento? Hay muchas en este tipo de situaciones, debería ser alguien responsable e irte a comprar un supresor.

—Las conozco —lloriqueaba Vanitas —Follamé, Follamé Noé.

Los labios del moreno se deslizaron con parsimonia por el lateral del cuello, degustando la tez. El aroma del omega atolondraba todos y cada uno de sus sentidos. Aspiraba con insania, hasta embriagarse, era inevitable. Inundó sus pulmones de esa fragancia. En un momento salvaje le arrebató la camisa, buscando una mejor vista los botones que coronaban el lampiño pecho. Sus dedos se enzarzaron en los pezones rosados, maltratándolos y pellizcandolos hasta hacer delirar a Vanitas, enloqueciendo al cambiar sus dígitos por boca.

El pendiente en forma de reloj de arena se balanceaba, de la misma manera que las caderas de Vanitas buscando desesperadamente una fricción, entre su necesitada entrepierna y el  bulto en los pantalones del contrario. Provocando que el mayor soltara un sonido gutural cuando sus miembros se volvieron a encontrar sobre la ropa. 

Vanitas de una u otra manera obtenía lo que quería, incluso con Noé. Siempre lograba arrastrarlo a hacer cosas extrañas, que los metiera en problemas con alguna persona o que los hiciera pasar una estadía gratuita tras las rejas.

—Siempre haces lo que te da la gana, eres un maldito caprichoso —masculló Noé contra la tez rosada, movió las caderas hacia adelante, simulando una embestida. 

❛𝙎𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙡𝙮 𝙖𝙣𝙙 𝙚𝙣𝙙𝙡𝙚𝙨𝙨𝙡𝙮❜ ─「ⱽᵃⁿⁱᵗᵃˢ ⁿᵒ ᶜᵃʳᵗᵉ | ⱽᵃⁿᵒᵉ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora