❛𝙎𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙡𝙮 𝙖𝙣𝙙 𝙚𝙣𝙙𝙡𝙚𝙨𝙨𝙡𝙮❜ ─「ⱽᵃⁿⁱᵗᵃˢ ⁿᵒ ᶜᵃʳᵗᵉ | ⱽᵃⁿᵒᵉ 」

01; to love is to feel sick

⚪En donde Noé comienza a sentirse enfermo, por los síntomas de enamorarse ⚪

⚠ Con la temática del anime, pero sin ser basado en los hechos de este.

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La alcoba mantenía un agradable ambiente; por la ventana a medio abrir entraba un suave céfiro acompañado del exquisito olor a petricor, y el perfume de las delicadas flores impregnando en el aire de París.

Una agradable atmósfera que no lograba ni mínimamente refrescar a Noé.

Mantenía un perezoso beso con el poseedor del grimorio desde que despertaron, sus manos ya se habían aventurado por debajo de la holgada camisa para deleitarse con la suavidad de la blanca piel, y sus mejillas ya estaban coloreadas de un carmín que no resaltaba por su oscura tez.

Se encontraba acalorado, como con fiebre.

Gruñó cuando a regañadientes tuvo que separarse de ese suave beso. Cada que esos rosáceos labios tocan los suyos, lo atontan hasta el punto de hacerle olvidar cómo se respira con naturalidad. "Quizás nunca fue fiebre" pensó el vampiro de cabellos plateados; "Tal vez es deficiencia pulmonar"

Las pestañas de escarcha revoloteaban a medida que sus ojos se abrían, encontrando una imagen que le arrebató el aliento; las orbes de color azul cerúleo habían adquirido un brillo vítreo, y las nubes que habitaban en sus mejillas se tornaron arreboladas, al igual que esos pequeños labios, que abandonaron todo su color natural por uno rojo e hinchado.

-Noé -susurró su compañero humano, que se acurrucaba a su lado.

"No es deficiencia pulmonar"; descartó el vampiro en su mente, ante el repentino paro de su corazón.

Reconoce que es totalmente anormal que su corazón se detenga una fracción de segundos, antes de arremeter con violencia contra su caja torácica, como si quisiera escapar de su pecho para ser ofrendado al humano en bandeja de plata.

-Noé. -habló Vanitas con suavidad, antes de acercarse aún más a la calidez del cuerpo más robusto y alto. -. Has estado muy callado.

En el caracolear de su mente, nunca encontró una respuesta satisfactoria al cómo el humano es capaz de besar su nombre y acelerar su corazón de forma tan insana.

"El problema debe venir del corazón, un defecto cardíaco" consideró, aunque ahora que lo pensaba mejor...

Tampoco obtiene una respuesta satisfactoria al preguntarse cómo funciona su mente, porque no tiene ni la más remota idea del porqué quedó tan cautivado de una criatura tan egocéntrica. Tal vez es culpa de la belleza astronómica posee; noche habitando eternamente en su cabello, y su blanca piel llena de las cicatrices lunares, con el infortunio de esta inculcado en sus ojos.

"Un mal psicológico", un hechizo de la Luna era el causante de todos esos extraños e incomprendidos síntomas. Era la única explicación razonable, estaba maldecido por el muchacho de belleza lunar.

-Vanitas -habló mientras comenzaba un cafuné en la oscuridad plasmada del largo cabello, esperando, hasta que el humano gruñó detonando fingida molestia, en señal de que tenía su atención;-, creó que estoy enfermo.

Las pestañas del humano se revolotean, mientras procesa las palabras.

-¿Qué?. -se reincorporo rápidamente, colocando su mano en la frente contaría para medir la temperatura del vampiro. -. Estás caliente.

Noé se removió incómodo entre las desordenadas sabanas, en realidad si tenía fiebre, acompañada de otra enfermedad más.

-¡Te lo advertí! ¡Pero nunca me escuchas!. -reprocha el humano apuntando con su índice al chico con cabellos de plata. -. Era mala idea salir a pasear en un día lluvioso, un día me llevarás a la muerte, Archiviste.

Noé no pudo evitar sonrojarse, encantado por las mejillas infladas que aparecieron en el humano. El insoportable mortal del cual se había comenzado a enamorar.

Y la única condición para poder tener esa rara relación de besos y miradas cómplices; era no enamorarse, aunque incluso el humano comenzaba a caer enfermo de amor.