T/N es una joven proveniente de una familia con dones, vive junto con su madre en un pueblo en las afueras de Encanto.
Un día viaja junto con su madre a visitar a los sorprendentes Madrigal, sin esperar que se terminaría enamorando de uno de ellos.
...
Al día siguiente el joven Madrigal se despertó alegre y decidido a hablar con T/N.
Despertó y se dirigió hacia el comedor para ser interrumpido por Isabella en las escaleras.
[Isabella]: -Okay, Mirabel me contó todo y Dolores tiene sospechas de que sientes algo por T/N.
-Ajá, qué chismosas> -Contestó el de rizos sarcásticamente esquivando a su prima.
[Isabella] -Oye, no te creas que te irás así de fácil. Por favor, solo piensa que Mirabel, Luisa y tu hermana solo queremos ayudarte. Sabemos cómo piensan las chicas y podemos darte consejos.
Narra Camilo: Bueno, debía admitir que mí prima tenía razón y era una buena propuesta.
-Está bien. -Contesté nervioso mientras esquivaba a mí prima para seguir con mí camino.
Mientras más me alejaba de ella mis pensamientos aumentaban... ¿QUÉ ACABABA DE HACER? LE CONFESÉ A ISABELLA QUE SIENTO ALGO POR T/N, ELLA LE DIRÁ A SUS HERMANAS Y PEOR... A mí hermana. Era mí fin, mí hermana siempre cuenta todo.
Entré a la cocina para encontrarme con T/N y toda la familia esperándome para desayunar.
Durante todo el desayuno me concentré en mirar fijamente a mí hermana en todo momento para controlar que no dijera ni una sola palabra, ya que gracias a su don habría escuchado toda mí conversación con Isabella.
-Oye, cambia formas. ¿Todo bien? No haz despegado ni un ojo de tu hermana...-Interrogó la joven a mí lado.
Desvié mí mirada para perderme en sus hermosos ojos y contestarle.
-Oh, claro, estoy bien!..-Respondí.
Cuando devolví mí mirada hacia mí hermana la ví susurrándole algo a Mirabel, la cual me observó con un brillo en sus ojos y un asombro en su rostro.
-DOLORES, NO.-Exclamé poniéndome de pie.
-¡CAMILO, COMPORTATE! -Contestó mí madre con una nube sobre su cabeza.
Mí padre intentaba calmarla mientras tomaba su hombro con su mano derecha
Volví a mí asiento cuando T/N me tomó del hombro nuevamente.
-Hey, estás bien? Nunca te había visto de esa forma. Si quieres podemos ir al lugar secreto más tarde para que puedas contarme y relajarte.
Asentí con la cabeza mientras que una sincera sonrisa se formó en mí rostro. Debía admitir que oír su voz me transmitió mucha tranquilidad, era una voz tan dulce...
El desayuno concluyó, T/N y yo ayudamos a levantar la mesa y nos dirigimos al jardín de las mariposas, nuestro lugar secreto.
Al llegar nos sentamos bajo aquel gran árbol y recostó su cabeza sobre mí hombro.
-Sino quieres hablar no te obligaré, cuéntame lo que pasó si quieres-Dijo ___ en un tono susurrante.
Suspiré para acto seguido responderle.
-Estoy bien, es solo que a veces desearía que mí hermana no tuviera el don de oír todo...
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