Amores Fantasmas

Capítulo 14- Ebrios

Mini-maratón 1/2

Seis días han pasado desde que salimos con Gabriel y su hermana, estos días se me han hecho larguísimos, no tengo trabajo, he estado derrochando un poco de dinero en compras de libros, ahora tengo siete cajas enfrente de mí, todas llenas de libros que me he propuesto leer.

Me dejo caer en el sofá, después de unos minutos el teléfono suena, me levanto aunque no quiera hacerlo.

-Hola- digo al descolgar.

-Hola, Camille. Quería avisarte que está aquí abajo Daniel, parece...¿ebrio?- dice Martin.

-Vale, gracias. Ahora bajo- cuelgo y corro hacia el elevador, cuando me veo en el espejo que tiene el elevador, abro los ojos como platos, solo llevo una pijama con donas y cafés dibujados en esta, solo consiste en un short y una franela. Ni siquiera llevo zapatos, solo unos calcetines con unicornios dibujados.

-Carajo- susurro.

Cuando llega al piso de la recepción, lo veo acostado en uno de los sillones y efectivamente esta ebrio.

-Caaaaammmmm, buenass nochez- dice arrastrando cada palabra.

-Son las ocho de la mañana, Daniel.

-Vaaaale, pues perdón.

-¿Puedes ponerte de pie?- el se pone de pie y después de estar unos segundos así, se tambalea hacia delante, lo detengo antes de que me caiga encima, no se que hare, es muy alto, yo soy alta pero él lo es más.

-Pues...creo que no puedo ponerme de pie.

-Vamos- digo pasándole uno de sus brazos por mis hombros y lo agarro de la cintura para así llevarlo arriba, Martin me ayuda presionando el botón del elevador, ya estando ahí el se sostiene de la barra.

-Sabess que tu mas que mi sister eresss mi hermana.

-La verdad, es que tu mas que mi brother eres mi hermano- digo devolviéndole el chiste, mientras me aguanto para no reírme.

-Lo sé, por eso te quiero- dice y se tambalea hacia mí, dándome un abrazo, a la vez que llegamos al piso.

Después de diez "te quiero" y ocho "eres mi sister y también mi hermana" por fin hemos llegado a la habitación donde deje tirado a Daniel en la cama, también el empezó a sacarse la camisa y así se durmió, ya después lo interrogare.

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He terminado ya de almorzar y Daniel no ha dado señales de vida, de repente mi celular suena anunciando una llamada de ¿Gabriel?

-Hola- digo después de contestar.

-Hola, señorita Camilla. ¿Estás en casa?

-Si ¿pasa algo?

-Si, estoy afuera del edificio.

-Bien, entonces te espero aquí.

-Llegare en un momento.

-Solo que Danie...- no pude completar la frase porque él ya había colgado.

Vale, menos mal me había cambiado, me puse unos mom jeans negros rotos, con una playera beige dos tallas más que la mía y mis amados vans old skool.

-Hola, guapa- dice Gabriel al llegar.

-Hola, chefsito- murmuro y el abre la boca para decir algo, la cierra y frunce el ceño dirigiendo su vista hacia atrás, giro para ver que es lo que pasa y...

Daniel bajando las escaleras con solo sus jeans puestos, veo a Gabriel tensarse a la par de mí.

-Ah, hola- dice Daniel con una sonrisa forzada, de seguro la cabeza esta apunto de explotarle, Gabriel carraspea a mi lado, incomodo.