Capítulo 8- La confesión

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Han pasado dos malditas semanas desde que todo estaba jodidamente bien, digo todo porque realmente estos días han sido muy jodidos, en todos los malditos sentidos.

Vale, me he pasado con las malditas malas expresiones, bueno, me tranquilizo un poco.

Casi todos los días me la he pasado en el hospital y he dormido solamente 72 horas en dos semanas ¡en dos semanas! Me han llamado de otro hospital ofreciéndome un trabajo para el puesto de médico general del hospital ¿he aceptado? Pues creo que no les va a gustar mucho la respuesta...he aceptado, si no lo hacía nunca iba a avanzar de puesto, por eso estuve dos semanas enteras en el hospital, haciendo todo el papeleo de los pacientes, sacando expedientes y otras cosas más que no mencionare por que se aburrirán.

No he hablado con nadie, ni siquiera con Marcel, he estado demasiada ocupada, pero hoy por fin se acaba la tortura, descansare una semana aproximadamente antes de entrar al nuevo hospital, hice todo lo que pude estas dos semanas porque así descansaba una semana, si lo sé, hay muchas personas por salvar o por atender, pero no sabes realmente lo cansado que es ser médico.

Ahora mismo estoy saliendo de un drive thru de un McDonald, si yo también como mucha grasa, pero ese no es el punto.

Desde que me ofrecieron el trabajo me salí de las clases de portugués, eso significa no ver a Gabriel, de que hay posibilidades de verlo las hay, pero no creo que alguna se haga realidad, me propuse conocerlo pero creo que no lo haré, estaba demasiada ocupada con lo del hospital y eso que solo era un médico como otros, pero ahora seré médico general en un hospital y eso me mantendrá muy ocupada por varios meses.

No sé cómo no he renunciado al trabajo antes, tengo dinero para vivir unos 20 años sin trabajar, pero no sé qué haría todos los días, me imagino a mi levantándome a la 1:00 pm almorzando en mi gigante cocina, salir de viaje, comprar más ropa, zapatos y accesorios, derrochar la fortuna que mi padre me dio y lo sigue haciendo, en cosas buenas claro como por ejemplo, dar mejores oportunidades de vida a otras personas, y lo que reste de eso lo usare para adoptar perritos, muchos perritos, si hay señoras que tienen miles de gatos yo tendré miles de perros, se los prometo, o bueno no, tampoco es que quiera limpiar tantas esculturas que hacen los perros ¿me han entendido? Me refiero a las cagadas, en fin, eso tendría pensado pero no creo hacerlo, quiero pero no puedo.

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos, es un mensaje, frunzo el ceño, es un numero desconocido, cuando llegue a casa lo veo.

Por cierto he cambiado de teléfono y se preguntaran porque, bueno les vengo a contar una historia muy estúpida de como lo quebré, estaba yo en mi oficina y necesitaba usar el celular, entonces lo empecé a usar para hacer un archivo de unas cosas que me pidieron y de repente cuando terminé el archivo, el maldito celular se traba y no fue lo peor claro que no ¡EL MALDITO BORRA EL ARCHIVO!  Y de coraje lo lance al piso, con mucha fuerza y lo peor fue que no tenía case y ahí fue cuando murió, así que perdí todos mis contactos, fotos y todo lo demás, lo bueno es que todo estaba guardado en iCloud pero...no hice una copia de los nuevos contactos y los que estaban eran de hace un año.

Así que tomé mis cosas y fui directo a comprar otro celular, el que quebré lo tengo guardado no porque o para qué pero está muy bien guardadito, eso significa que perdí el número de Gabriel y de Daniel, es triste lo sé, pero tengo la esperanza de recuperarlos.

Al fin estoy en mi casa, me tiro en el sillón y saco mi celular de mi bolso, reviso el mensaje.

Desconocido: Mi novio me ha dejado ¿me acompañarías en mi dolor, saltamontes? :(

Espera...¿Daniel? Si es el, nadie en el mundo me dice saltamontes ¿Tiene novio? Nunca me lo había dicho.

Camille: ¿Enserio?

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