Capítulo 26- Cayendo en pedazos

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Su expresión se endureció. Rabia y desprecio había en sus ojos.

-¿Que? ¿No te gusta que te diga Eric?- le digo con jocosidad, fingiendo estar arrepentida.

-Nunca vuelvas a llamarme así, a menos que quieras pagar las consecuencias- amenazo con la voz fría.

Me reí.

-Pero si eres Eric, ¿o sigues siendo el ingenuo, simpatico, rompe corazones, Elliot?- hago una pausa- . O...si quieres puedo decirte como él muy amable, tóxico, manipulador, Eric, que casualmente...engaño a mi mejor amiga con decirle tantos "te amo", cuando en realidad no sentías absolutamente nada ¿o me vas a decir que le tomaste cariño?

No dice nada, así que continúo.

-Él Eric que tenia una -hago comillas con los dedos- "novia" y pues, quería otra ¿no? ¿Tan urgido estabas? ¿O me vas a venir con que Marcel no era tu juguete? Y...bueno, las cosas que planeaste te salieron como querías, pero no terminaran como querías- me inclino sobre la mesa, hasta quedar cara a cara- . Yo no seré la que morirá.

Me levanto de mi asiento y camino de un lado para otro, haciendo resonar mis tacones con pasos decididos y seguros, continuo hablando, con diversión, claro.

-Hay, Elli...¿por que no hablas? ¿No tienes lengua?- encojo un hombro, él nombrarlo Elli, como antes, lo enfurece más- mmm, tal vez no tienes lengua al igual que huevos.

Me rio.

-Cállate- habla con los dientes apretados.

-Oh no, no hasta que te diga todas tus verdades, Eric. No tienes derecho a ordenarme nada, Elliot, ¿como crees que voy a dejar que un "hombre" que no tuvo los huevos para aceptar a su hijo me diga que tengo que hacer y que no? Estas tan equivocado, Elli...- mi rostro se voltea con la bofetada que acaba de darme, abro la boca en forma de "o" acuno mi mejilla con la mano, mi expresión aun sigue divertida, aun que esté derrumbándome por pedazos. Me rio.

-Si que no tienes huevos, pegas como una niñita, querido Elli.

Él se levanta enfurecido, yo solo espero los golpes. Él se ríe.

-Te deje hacer tu drama, pero no te duro mucho, mira lo que hago por ti, no dije nada para que sintieras que tienes poder aquí, pero la verdad no eres mas que otra zorra a la que trato bien.

Ufff...golpe bajo. Me carcajeo.

-Si estamos hablando de eso...pues tengo que decirte algunas cositas. Empecemos por...- otra bofetada. Le doy una sonrisa torcida, mi mejilla arde como la mierda pero, soporto el dolor.

-Ups, disculpa pensé que tenias algo en la mejilla- su expresión es divertida. Ladeo la cabeza.

-¿No te crees que eso esta muy pasado de moda? Deberías cambiarlo como...- levanto la mano, y con todas mis fuerzas le doy una bofetada que le voltea el rostro, me rio, la mejilla le ha quedado roja- Ups, disculpa, solo quería darte la bofetada, y también...

Le doy otra, intento darle una ultima, pero me sostiene la muñeca con fuerza. Pongo cara de aburrimiento.

-¿Enserio? ¿crees que puedes abofetearme cuando te de la gana?

Sonrió.

-Sip.

Me empieza a llevarme a la fuerza a la salida de la habitación.

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