•Capitulo 22•

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TN

Ya habian pasado unos días desde la muerte de Rengoku y en este momento me encontraba yendo hacia la casa de los Rengoku junto a Tanjiro.

Estábamos caminando rápido y pude ver que una de las heridas de Tanjiro se había abierto.

Tanjiro trató de ocultar su dolor pero al parecer dolía mucho ya que se detuvo sujetando en donde estaba la herida.

-Déjame ver esa herida, Tanjiro- me acercándome a él.

-Estoy bien, TN chan- mostró una sonrisa-.

-Te pido que me dejes verla- dije lo más amable que podia-.

-Esta bien.

Subió un poco su camisa y dejó ver una herida algo profundamente-.

-Es algo profunda- dije mirandola bien- pero no es nada que no pueda arreglar-.

Mira para los lados para asegurarme que nadie más estaba cerca y saque mi Nichirito.

-Primera postura.

En unos segundos los 12 Zorros de siempre llegaron rodeandonos.

-Les pido que curen la herida de Tanjiro.

-Deja esto en nuestras patas.

De poco a poco la herida de Tanjiro se empezó a cerrar dejando a ver todo normal, como si nunca hubiera estado una herida ahí.

Al momento de que los zorros desaparecieron me sentí cansada.

Desde que paso lo de Akaza, o ese ese nombre del demonio que me había dicho Tanjiro, me cansaba muy rápido al usar mis respiraciones pero solo era cosa de que descansará bien.

-Sigamos caminando- volví al ritmo en el que íbamos hace unos minutos.

Después de varios minutos pudimos llegar y estaba Senjuro afuera con una escoba en sus manos, estaba quieto mirando al suelo y su mirada se veía perdida.

-¿Eres Senjuro?-.

-¡Senjuro!- corrí a darle un abrazo.

Senjuro también me abrazo mientras se aferraba mucho a mi, pude escuchar como había empezado a llorar.

-¡TN san, el a muerto!- grito mientras lloraba y se aferraba más a mi.

-Lo se pequeño- dije acariciando su cabeza mientras lo apegaba más a mi-.

-Diculpa, Senjuro. Rengoku Kyojuro me encargo que les transmitiera unas palabras a ti y a tu padre- dijo hablando un poco bajo.

Senjuro se alejo de mi y se seco las lágrimas para mirar a Tanjiro.

-¿Mi hermano?-.

Senjuro me miro unos segundos y puso una cara preocupada.

-¿Estas bien?, tu cara se ve muy palida- dijo viendome-.

Iba a responder pero escuche pasos venir y vi al padre de Rengoku venir.

-Seguro que no dijo más más tonterias. Murió por convertirse en un espadachín pese a no tener talento- dijo con una botella de Sake en su mano.

Lo que había dicho me había hecho enojar demasiado.

-¡Es absurdo!, Kyojuro era un idiota. El talento de los humanos es innato, solo unos pocos la tienen, el resto son escorias sin valor alguno- dijo para después tomar Sake.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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