Kimetsu no yaiba y tu

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟿

«TN»

Paso un tiempo en lo que estábamos enterrando los cuerpos cuando de pronto se escuchó un grito.

Todos volteamos y nos encontramos con el chico con cabeza de jabalí llamado Inosuke, ya estaba despierto.

-¡Se despertó!.

-¡Peleemos! ¡Peleemos- dijo acercándose a dónde estabamos.

Empezó a perseguir a Zenitsu.

-Yo no sé lidiar con él ni recién levantado- dijo huyendo de Inosuke.

Zenitsu se escondió atras de la niña.

Me puse delante de Inosuke.

-Inosuke, eso no se hace.

-¡Callate!.

Inosuke se detuvo a unos centímetros de dónde estábamos viendo el lugar en donde enterranmos los cuerpos.

-¿Qué están haciendo?.

Tanjiro se paro y miro a Insouke.

-Enterrandolos.

-¡¿Haa?!.

-Ayudanos Inosuke, aún hay difuntos en la mansión-dijo apuntando la mansion.

-¿De que sirve enterrar los cadáveres?, ¡No pienso hacer ayudarte!, deja eso y enfréntate a mi.

Hubo unos segundos se silencio hasta que Tanjiro hablo.

-Claro, te duele demasiado las heridas, no?-.Tanjiro

-¿Ha?-dijo con irritación.

-No importa, cada uno aguanta el dolor más o menos. Traer a los difuntos afuera de la mansión y enterrarlos es duro, tranquilo lo haremos Zenitsu, TN, los niños y yo, tú descansa Inosuke.

Inosuke se empezó a enojar por lo que decía Tanjiro.

-¿Que?, ¡No me subestimes!, enterrare a 100 o los que hagan falta, ¡Enterrare a más que nadie!-dijo brincando de la furia.

Después de terminar de enterrar los cuerpos ya estaba atardeciendo y estábamos rezándole a los muertos mientras Inosuke golpeaba árboles con su cabeza.

La niña giro su cabeza a dónde estaba Inosuke.

-¿Qué está haciendo?.

-No mires-le dijo el hermano mayor.

-No- dijo el otro hermano.

Después el ruido de un cuervo empezó a sonar.

-¡Desciendan la montaña! ¡Desciendan la montaña!-empezó a decir mientras volaba hacia otro lado.

-Un cuervo que habla- dijo el hermano del medio.

-No piensen más en eso- dijo el hermano mayor.

-¡Sigan a este gran cuervo!- dijo volando arriba de nosotros.

Empezamos a caminar para bajar la montaña cuando Inosuke se acerca a nosotros.

-¿A donde van?.

-Descenderemos la montaña.

-¡Nuestro duelo aún ni termino!.

-Estás cansado, ¿no?, vamos a bajar.

-¿Qué?, ¡No estoy cansado!- dijo y corrió a dónde estaba Tanjiro- ¡Peleemos!.