Tu Buen Vecino, Hombre Araña (Peter Parker y tú)

Parte: 38

Después de este viaje, y de todo lo sucedido, ambos esperaban que las cosas mejoraran. Solo habían pasado un par de días más en Londres, pero habían sido lo necesario para relajarse y poder volver a la rutina.

Para este entonces, una vez de vuelta en Queens, la única preocupación que tenian era entrar a la universidad.

Y así es como debía ser al final de todo.

—No Pepper, todo está bien. — _______ salió de su habitación para dirigirse a la cocina, dejando a Peter dormido en su cama.

—Happy me contó lo que sucedió, ¿Por qué no me llamaste?

—No quería preocuparte.

Pepper hizo un sonido no muy convencida.

—Happy también me contó que te quedaste unos días más en Londres con Peter. ¿Cómo estuvo eso?

—Oh, ese Happy — apretó los labios unos segundos, pensando en que decir — Si, pero no te preocupes, todo estuvo justo dónde debía estar. Quiero decir, la situación — puso la mano en su cabeza y observó el techo — Todo está muy bien ahora.

—¿Y la escuela?

—Excelente. Es esa temporada dónde decides que hacer después de la escuela, estaba pensando en intentarlo con el MIT.

—¡Estupendo!, ¿Quieres que vaya y hable con ellos?

—¡No! — volvió su vista hacia el pasillo que conectaba con su habitación, en caso de que Peter hubiera escuchado. — No, creo que será bueno para mí vivir esa experiencia. Inscribirme como una persona cualquiera y esperar mi carta como otra persona cualquiera... Suena divertido.

—Uh-huh, ¿Estás segura de eso?

—Totalmente. Pepper, creo que puedo hacerlo.

—Tambien lo creo, pero si necesitas algo puedes decirme enseguida. Sólo tomará una llamada y todo arreglado.

—De acuerdo, te lo agradezco. Dale un beso a Morgan de mi parte, te quiero.

Cuando se giró, una vez terminada la llamada, se sorprendió al ver a Peter sentado en el mesón. Estaba comiendo, muy tranquilamente, cereal.

Ella soltó un leve grito para luego colocar la mano en su pecho y regularizar su respiración.

—Peter, ¿Qué no estabas dormido?

—Creo que mi punzada se está agudizando — respondió con la boca llena.

Ella torció su boca levemente y luego soltó una risita. Se giró de vuelta para tomar una taza de la alacena, con la intención de preparar café.

—¿Qué ocurre?

—Nada, no ocurre nada conmigo - se giró a verlo — Y creo que ese es el problema.

Peter la miró frunciendo el ceño, moviendo su cabeza hacia un lado.

—Peter, ¿Crees que soy una buena Stark?

—¿Qué? — sonrió en confusión ante su pregunta — ¿De qué estás hablando?

—Es que, antes de que todo el mundo supiera de mi, no sentía este tipo de presión y ahora es como si todos esperaran que hiciera algo grande. — ella se paseaba por la cocina moviendo sus brazos mientras hablaba — No lo sé, mi abuelo era simplemente brillante y mi papá era un genio y... luego estoy yo, ahí es dónde ya no se qué decir. Ni siquiera sé si podré entrar a una universidad y yo...

—Oye — Peter tomó su rostro entre sus manos, obligándola a verlo — Lo lograrás, sé que si. Y no porque seas una Stark, sino porque tus calificaciones son excelentes, eres inteligente y tú eres tú.