Tu Buen Vecino, Hombre Araña (Peter Parker y tú)

Parte: 40

Una vez en la estación de policía, tomaron a Peter, lo esposaron a la mesa y comenzaron a sacar toda las pruebas incriminatorias.

—Yo no maté a Quentin Beck. Los drones lo hicieron.

—Los drones que son tuyos.

—No, mire...

—¿O debo decir de la señorita Stark? — Peter lo miró serio enseguida a lo que el hombre sonrió irónicamente.

—Ella no tiene nada que ver. Oiga, Nick Fury estuvo allí todo el tiempo. Solo pregúntele y él puede explicarle todo.

—Nick Fury ha estado fuera del planeta durante el último año.

—¿Qué?

Esta situación era muy desconcertante para él. Nada parecía tener sentido y convenientemente no le ayudaba en nada.

—¡Peter! — giró su vista de inmediato.

—¡_______!  — la observó ser arrastrada junto con su tía y sus amigos — ¡Ellos no tuvieron nada que ver con esto, señor!

—¡No digas nada sin un abogado! — gritó May.

Prácticamente de las muñecas llevaron a todos a diferentes salas de interrogación.

Uno por uno fueron interrogados. Aunque quizá no sería tan fácil.

—Quiero un abogado — alegó _______ aparentando tranquilidad.

—Señorita Stark, ¿Para qué quiere un abogado si...

—¿No tengo nada que esconder? — interumpió.

—Exactamente. A no ser que…

—¿De verdad soy culpable de algo? — sonrió — Soy muy consciente de sus tácticas y de mis derechos.

—¿Y dígame, también es consciente de que solo por tener el apellido Stark está en una grandísima desventaja?

Ella soltó una risita.

—No es así como le he visto toda mi vida.

Apartó la vista a la gran ventanilla de allí, dónde sabía, habían más personas observando.

Aunque parecía muy segura, estaba muerta de miedo por dentro.

—Imagino que no. Pero, ¿Que le parece si le digo que los drones que usó el señor Peter Parker en el ataque en Londres provienen de usted? Lo cuál la hace una cómplice directa.

Ella volvió su vista a aquel hombre pero no dijo nada, demostrándole que tenía su atención.

—Entonces, ¿Qué tal le suena esto? Usted ayudó al Hombre Araña a matar a Mysterio y aparte lo provee de la tecnología necesaria para hacerlo.

—Eso no es...

—Sin contar el hecho de que también le robó el auto a una mujer mayor en la calle— interumpió —Que escándalo. Sin duda, la prensa amará esto.

Ella volvió a bajar la vista, derrotada.

—Si yo fuera usted, me lo tomaría más seriamente. Y llamaría a mi tutor legal — se levantó del asiento — ¿La señorita Potts, quizá?

—No — contestó de inmediato — Llame a Harold Hogan.

El hombre sonrió satisfecho y caminó hasta la salida, pero antes de salir se dirigió una vez más a ella.

—Es una mujer jóven e inteligente, y tiene un futuro prometedor. ¿Por qué arriesgarlo todo involucrándose con un justiciero como Peter Parker? ¿Es acaso esta una tradición familiar?