Capítulo 3

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Justo antes de que me tocaran me giré a mirarlas, aterrorizándolas por completo.

- ¿Cómo. . .cómo. . .?

Comenzó una de ellas, pero reí ligeramente y las hice callar. Las miré por un rato, nada suficiente para incomodar a alguien, pero podía ver cómo se intimidaban.

- ¡Vamos! Estaban susurrando demasiado alto y podía escucharlas cuchichear desde donde estaba.

Dije, encogiéndome de hombros pero sin retirarles la mirada. Sus bocas estaban tan abiertas que sus mandíbulas estaban por los suelos, y tuve que contener la risa que se me formaba en la garganta. El miedo se veía reflejado en sus ojos y de alguna manera me gustaba verlas así, aterradas de una simple chica de su misma edad. Me acerqué con lentitud, mirándolas a los ojos y sonreí con malicia.

- ¡Boo!

Dije, apenas susurrando. Pusieron pies en polvorosa y yo reí con la mandíbula desencajada hasta que me dolió el estómago. ¡Qué ingenuas! Pensaron que les haría algo y salieron huyendo como ratas. Una parte de mí se sentía mal por haberlas asustado de ese modo, pero la mayoría de mí me felicitaba por haberlas hecho huir despavoridas.

Regresé a clase aferrando el libro contra mi pecho, intentando no morir de la risa por el recuerdo en la mesa y mentalmente agradecí a mis antepasados por haberme modificado. . . Paré en seco y sacudí la cabeza, aterrorizada. ¿En qué estaba pensando? No se supone que me guste usar mis dones para asustar a la gente y jamás se me había ocurrido agradecerle a mis antepasados por haberme convertido en lo que soy. ¿Desde cuando me gusta ser distinta? Me refiero no a un diferente bueno, como los talentos musicales o intelectuales, pero un distinto extraño en el que mis genes se ven envueltos. Eso no es diferente natural.

Con ese pensamiento regresé a clase, poniendo Bloqueo de segundo plano y dejando mi mente divagar. Debe de ser el exceso de libertad que he sentido, además del susto por lo del niño al que atraparon: seguramente era eso. Simplemente me hacía enojar que vinieran a molestarme y me gustó la sensación que me causó poder detenerlas antes de que me dijeran cosas. Pude escuchar lo que cuchicheaban y era sobre cómo me molestarían con el asunto del GA, tema que al tocar sin respeto me hubiera hecho perder el control.

En la siguiente clase quité el Bloqueo, pues quería distraerme para evitar pensar en el incidente con las chicas. Al parecer era Español y estábamos viendo las hipérboles y demás; en resumen, era tan aburrido que volví a activar Bloqueo en segundo plano. Abrí la libreta en la última hoja y comencé a hacer un dibujo sobre cómo me imaginaba que nos trataban a los GA; el profesor dice que a los GA los llevan a laboratorios para experimentar con ellos, o qué sé yo. Mi imaginación casi nunca tenía límites, y para cuando terminé el dibujo las clases habían terminado.

- ¿No te desagradan? Esos. . . . ¿Los GA?

Preguntó una voz a mis espaldas. Dejé la libreta, maldiciéndome por no usar Visión y giré en dirección a la voz. Su dueño era un chico que, en pocas palabras, era extraño: llevaba el cabello demasiado largo y era negro azabache; sus ojos eran color ámbar, tan claros como los de un lobo. Su expresión parecía casi con esperanza.

<<¿Desagradarme? ¿Mi "propia especie"? >> Pensé, pero me contuve por mi bien, él podría ser alguien como el resto del mundo que solo quiere destruir lo diferente. Lo miré a los ojos, tratando de buscar una explicación para la pregunta, hasta que me rendí y suspiré.

- No. . . No me parecen una amenaza, como el resto del mundo dice; son solo personas que tuvieron la mala suerte de tener ancestros que estaban chiflados.

Dije, encogiéndome de hombros. Se me hacía raro decir eso, pero eso era lo que pensaba: que nosotros los GA solo somos personas con mala suerte. Nadie, absolutamente nadie desea que le persigan para asesinarle; si los normales fueran igual que nosotros y nosotros no fuéramos como ellos, nos perseguirían para asesinarnos de igual modo. Todo este asunto de GA y personas "normales" es porque somos diferentes, y algunas veces lo diferente es. . . Malo, en pocas palabras.

Su expresión pareció suavizarse y apareció una sonrisa en sus labios. Se veía mejor sonriendo.

- Es que escuché que atraparon a uno y pensé que tal vez. . . No lo. . . Bueno, tú estuviste ahí y. . .

Dijo, pero sabía cómo iba la cosa. Pensaba que no lo había tratado de ayudar. Me molestó que pensara así de mí sin conocerme, pero de nuevo: todo el resto del mundo se comportaría así con nosotros los GA. Alcé un dedo para pedirle que dejara de balbucear y lo tomé del collar de la camisa, dejándome llevar por la furia.

- ¿Piensas que no traté de ayudarlo? Te equivocas. Luché todo lo que pude para llegar hasta él, y los policías me empujaban y me gritaban que me alejara. No pude ayudarlo. Le grité que usara Velocidad pero él. . .

Cubrí mi boca con ambas manos y retrocedí inconscientemente. ¿Se habrá dado cuenta o. . .?

- Espera, espera, espera ¿Velocidad? ¿Cómo sabes eso?

Dijo, dando un paso al frente. Abrí los ojos como platos al darme cuenta de mi error y me quedé paralizada por ello. ¿Cuánto se tardaría en delatarme? No quería irme, no quería cambiar de identidad otra vez, no justo cuando por fin podía ser yo.

Los ojos del chico brillaban con entusiasmo. ¿Era eso una buena señal? El miedo no me dejaba pensar. Miré a mi alrededor, solo para ver si habían cámaras. Sí las había, pero parecían estar desactivadas.

- Por fin encuentro a uno. . .

Genetics: Genéticamente AlteradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora