Capítulo 6

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Usé Velocidad y alcancé a taclear a la chica rubia, quien resultó siendo la misma a la que asusté en la escuela. Tenía la expresión de horror mezclada con una de maldad pura. No le tomé importancia y le arrebaté la grabadora para después destrozarla contra el suelo usando Fuerza. La grabadora quedó hecha mil pedazos, y solo entonces me dirigí a la rubia.

- ¿Cómo te atreves? ¿Sabes que puedo matarte ahora mismo? Lo haría con mucho gusto; has puesto en peligro a todo lo que amo en este mundo, incluido a mi nuevo amigo. No permitiré que me los arrebates. ¿Por qué lo has echo?

Le pregunté, sosteniendo con fuerza el collar de su camisa. La maldad se esfumó y la reemplazó el terror de mi advertencia hasta el punto de quedarse muda. La agité un poco.

- ¡Dímelo! ¿Quién te ha dicho que me espíes?

Le ladré en el rostro, sacando ligeramente los dientes de la furia. Ella comenzó a temblar y negó muchas veces con la cabeza, demasiado aterrada para hablar. Hice uso de Intelecto y leí su mente.
"Mi papi prometió darme una bicicleta nueva si lo lograba. . . Pero ¿Cómo se lo digo? "
Eso fue suficiente para mí, la gota que colmaba el vaso. La solté y la clavé al suelo por los brazos para evitar que saliera corriendo. Lo único que podía sentir en ese momento era rabia y miedo, miedo al pensar que gracias a una idiota estuve a punto de perder lo único que me quedaba en este mundo.

- ¿Ibas a sacrificar tres vidas por una jodida bicicleta? ¡¿Acaso crees que mi padre y Gerald valen lo que una jodida bicicleta?! Si tan solo pudiera asesinarte sin levantar sospechas.

Me lamenté, cerrando los ojos para intentar calmar mi furia. La solté y me alejé, sintiendo las venas palpitar contra mi sien. Cuando a penas había dado tres pasos alcancé a ver a Gerald y al profesor aproximarse casi sin aliento. Sudaban excesivamente, pero ambos tenían una expresión de preocupación digna de una risotada y una fotografía.

- ¿Y la. . . Chica que. . . Nos. . .?

Jadeaba Gerald, pero alcé una mano para callarlos. Les expliqué la pequeña anécdota, cerrando las manos en puño para contener mi ira y evitar que mi voz sonara colérica, pero ambos supieron al instante. Cuando terminé, me pasé las manos por el cabello, que se había soltado de la liga durante la persecución. Analizando un poco los recuerdos borrosos por la ira descubrí que la única razón por la que tardé un poco en alcanzarla fue por que tenía patines de la marca Sónicos, que eran los más rápidos que habían salido hasta ahora.

- Tal parece que la muy arrastrada usaba patines de último modelo, lo que me lleva a pensar que viene de una familia de buena posición social. Maldita, quería vendernos por una bicicleta cuando su familia podría comprar más de cien.

Me quejé, apretando las mandíbulas para no gritar de furia. Gerald se aproximó y me abrasó con fuerza. Sentí como la ira iba reduciendo hasta ser solo tristeza y miedo, y como en ese instante estaba cansada y sentimental no pude evitar llorar a lágrima viva.

- Estuve a punto de perderlos por una bicicleta. . . Todo lo que me queda en esta vida, por la ambición de una persona egoísta. . . No podía permitírmelo, no ahora cuando por fin era feliz en un lugar.

El profesor se unió al abrazo y por primera vez lo llamé padre. No puedo recordar el rostro de mi verdadero, pero el profesor siempre me ha cuidado y querido como si yo fuera su hija. Gerald se apartó y abracé con fuerza al profesor, él correspondiendo el abrazo segundos después.

- Vamos, regresemos a casa; haré que el robot casero prepare Hot Cakes y chocolate caliente, ¿Si?

Dijo el profesor, abrazándome por los hombros. Compuse una sonrisa como pude y caminamos juntos, Gerald y el profesor con sus brazos rodeándome los hombros en modo protector y consolador.

Genetics: Genéticamente AlteradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora