Introducción

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La tarde era perfecta.

De nuevo los dos se encontraban sentados en aquel mirador que se había convertido en el lugar favorito de ambos, la suave brisa que subía por la pequeña colina abrazaba sus cuerpos y el sonido de los árboles que se meneaban al ritmo del viento que arrullaba sus copas.

La chica reposaba su cabeza en el hombro de este mientras él observaba las luces de la ciudad que ya empezaban a encenderse y hacer que la ciudad luciera brillante.

—¿Alguna vez te has preguntado que hay más allá de lo que llamamos vida? —cuestionó la castaña quién mantenía su cabeza en su posición inicial—

—Espero que algo mejor que la vida, si es que hay algo más allá —pronunció sin darle importancia—

—¿Alguna vez llegaste amar la vida? —sonrió con sinceridad—

—¿Amar la vida? —mofó—

—Sí, el solo hecho de estar vivos hace que amemos la vida. ¿No lo has hecho? —interrogó, pero la respuesta no llegó al instante, solo tardó uno segundos para que el receptor respondiera a la pregunta de la castaña—

—¿Qué es para ti estar vivo April? —no esperaba esa pregunta, solo llegó tomándola por sorpresa—.

—¿Qué quieres decir? —interrogó escéptica—

—Te estoy haciendo una pregunta sobre la vida que dices amar.

—Amar la vida es valorarla, disfrutar cada momento de ella y por supuesto sentirse vivo —dejo salir una sonrisa de labios cerrados—.

—¿Alguna vez te has sentido viva? —la ojiazul giró en la dirección de la voz algo desorientada, ¿qué si se había sentido viva? ¡Por supuesto! Siempre lo había hecho. Solo que ahora ya no tanto como antes—

—¡Claro! Cuando celebro algo me siento viva.

—Eso no es sentirse vivo —reprochó, por lo que castaña gruñó— es solo gozar y disfrutar de un momento que la felicidad te brinda, aunque no sabrás si es felicidad si no has sufrido tan siquiera un poco.

—¿Para ti que es estar vivo? —interrogó—

—Nunca sabrás si en realidad estás vivo, hasta que llega el momento en el que sientes lo que es estar muerto por dentro; respiras, pero ya no sientes las mismas pulsaciones en tu cuerpo. Ahora este es solo un contenedor vació —su respuesta fue inexpresiva, la castaña solo parpadeo un par de veces y pensó en lo que había acabado de escuchar, no pudo decir nada más al respecto—.

Un silenció se apoderó de los dos, no era incómodo. Solo les daba el espacio que necesitaban para poder procesar las palabras que fueran articular.

—April —rompió el silencio que había reinado por unos cuantos minutos y segundos—

—¿Hmm? —el sonido salió de sus labios relajados dándole a entender que estaba atenta a lo que el chico de cabello color miel dijera—

—¿Quieres ser parte de mi mundo? —miró fijamente a la chica quien mantenía su mirada en la dirección del chico— si es así, déjame mostrarte, llevarte y enseñarte nuevas cosas, cosas que quiero compartir contigo si me lo permites.

La chica de cabello castaño solo sonrió y sin pensarlo mucho asintió con su cabeza liberando una gran sonrisa.

—Si me gustaría ser parte de tu mundo.

—Bienvenida a mi mundo. Un mundo dónde no todo es color de rosa, existen muchos colores. Pero el rosa no será el protagonista de este, un mundo dónde soñar está bien, cometer errores también y, sobre todo. Un mundo dónde quiero que seas quién pinte los colores de mi vida—.

—Tus ojos —susurró en el oído de la chica que había vuelto a recostar su cabeza en el hombro de él—

—¿Qué tienen mis ojos? —interrogó alzando un poco la cabeza—

—Tus ojos dicen: —canturreo el chico— necesitoun impulso —la castaña se quedó callada, pues era cierto, después de esos doslargos años necesitó un gran impulso, apoyo y mucha fuerza para poder avanzarsin sentirse mal o sentir que solo es una carga— April —esta se incorporó ygiro su cuerpo un poco en dirección del chico quién sin pensarlo agarró susmanos entre las suyas— no sueltes mi mano, porque yo no soltaré la tuya. —cerrósus ojos y pensó en lo próximo que diría— porque aquí todo es posible, inclusosi es imposible. Se hará el intento de que no lo sea.

Your eyes tellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora