Your eyes tell

28 capítulo

Dante Cassano.

Miércoles 29 de junio.

10:30 a.m.

Hoy era un día fuera de las actividades de la lista de April.

Hoy solo tenía planeado disfrutar del día junto a ella.

En este momento me estaba arreglando para ir por ella, había quedado de pasar por su casa a las doce, ya eran las 10:30 y el tráfico se ponía pesado en esta hora, así que debía de salir desde antes.

...

Encendí la moto y me dirigí a su casa, en el camino podía disfrutar del viento, viento el cual April amaba.

Mientras conducía pensé un poco en las canciones que iba a pedir, hace mucho que no íbamos a la sala de música y ya saben, nunca es tarde para ir de nuevo y disfrutar un poco de ellas.

El camino no se me hizo tan largo, porque luego de una hora y varios minutos llegué, me bajé y me acerqué a la puerta para tocar.

Al hacerlo salió la mamá de April, cosa que me llenó de nervios, ahora me preguntaba si me iba a decir algo por el tatuaje de su hija.

Estaba esperando el gran regañó de parte de ella y a que me dijera que quería que me alejara de su hija, pero lo único que dijo fue:

—Pasa, ella aún se está arreglando.

Con nervios accedí a pasar y al hacerlo la seguí, se estaba dirigiendo a la sala y al llegar me pidió que tomara asiento, por supuesto que hice caso y la miré esperando a que pronunciara algo relacionado con el día anterior, pero no decía nada, solo me observaba y eso me llenaba mucho más de nervios.

—Vi la pintura que trajo April a casa, era muy bonita.

—Lo es, era algo que ella quería hacer y lo hicimos.

Ella asintió y luego separó sus labios para volver a pronunciar.

—Quería preguntarte sobre quién era el señor que la pintó, me gustaría contratarlo para que hiciera una pintura para mí.

No sabía si me estaba preparando para luego decirme sobre el tatuaje, pero sin darle muchas vueltas saqué mi celular y encendí lo encendí para toparme con el bloqueo de pantalla que de fondo tenía la pintura que le había hecho a April cuando estábamos en el mirador.

Desbloqué mi celular y busqué el número para luego dárselo.

Para mi gran alivió April no tardó mucho en bajar, oí sus pasos en la escalera y giré mi vista hacia el lugar y la vi bajar por ellas.

Traía un saco habano que combinaba a la perfección con la ropa que traía, al llegar al último escalón me levanté y fui hacia ella para tomar su mano.

—Voy a salir un rato.

Algo dentro de mí esperaba a que ella se opusiera, pero solo un asentimiento con su cabeza y su boca se hicieron presentes haciendo que ella agarrará con algo de fuerza mi mano y me empezara a guiar.

Al llegar a los pasillos empecé a tomar el control y esta vez fui quién agarró su mano con mayor confianza para empezar a guiarla.

—Creí que tu madre había descubierto el tatuaje