Capítulo 22

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April Winkler.

Jueves 23 de junio.

10:30 a.m.



Me encontraba caminando por las calles mientras sostenía el brazo de Mike, habíamos quedado de salir ya que desde hace un tiempo no lo hacíamos y no estaba de más decir que esta vez lo haríamos, iríamos a un salón de música, recuerdo que hace unos meses le quedé debiendo la salida al olvidarme de su cumpleaños y esta vez la que había invitado era yo.

—¿Qué opinas de un poco de Jazz?

Giré mi cabeza en la dirección de dónde venía su voz y le regalé una sonrisa.

—Un poco de Jazz blues

—Como digas está bien —mencionó en medio de una sonrisa y giré mi cabeza al frente esperando a entrar—

Unos segundos más tarde sentí sus pies avanzar y seguí el ritmo de su caminata dispuesta a entrar al salón.

Luego de unos varios pasos el bullicio que se percibía desde afuera cesó y ahora este lugar era solo un profundo y acogedor silencio.

—Siéntate —susurró cerca de mi oído mientras sostenía mi mano—

Sentí cómo su cuerpo cayó al lado mío de una manera suave.

—Faltan solo 5 minutos para que empiece la función.

Di un leve asentimiento y cerré los ojos recordando la última vez que estuvimos aquí.

Fue una tarde de diciembre cuando mi mamá y la mamá de Mike se juntaron y decidieron traernos a este lugar. Un lugar exclusivo para una buena relajación mientras escuchas una buena y relajante canción.

—Va a empezar —comentó y al rato sonó la primera canción—

La primera canción en darse a conocer fue un poco de Jazz Blues, está la había escuchado mucho antes. Era if i had money, mi mamá solía tararear la melodía mientras la canción sonaba. Ella era amante del Jazz.

—Qué hermoso —susurró—

—Sí, hace mucho no disfrutaba de un momento como este —mencioné mientras mantenía mi espalda recostada en el escaldar de la silla y mi cabeza apoyada en el filo de esta—

—Para la próxima vamos por un poco de ópera.

—La ópera me gusta.

La canción terminó dejándole el paso a la siguiente canción, otra que ya había escuchado antes. I'll play the blues for you. Era la canción favorita de la mamá de Mike, mi madre y la de Mike parecían muchas veces compartir la misma neurona, ambas son diferentes e iguales al mismo tiempo que si las ven juntas en algunas ocasiones te puede dar miedo.

La función no tardó en terminar y escuché a las personas salir de la sala mientras que con Mike esperábamos a que salieran todos para poder salir sin ningún problema.



...



—¿Un helado? —pronunció mientras sostenía mi mano y di un leve asentimiento—

Seguí el ritmo de sus pasos y luego nos detuvimos.

—Uno de arequipe y otro de limón.

Sí, no había olvidado que el de limón era mi favorito, simplemente lo amaba.

Caminamos sujetados de la mano mientras el sol caía directamente en mis descubiertos y mientras le daba unas leves lamidas al helado que me parecía tan delicioso.

—¡April! —oí cómo alguien pronunció mi nombre en un grito, solo bastó unos segundos para reconocer la voz. Era Adam—

Me quedé sorprendida, no sabía él que estaba haciendo ahí, nunca le dije a dónde iría, solo le dije que saldría con Mike.

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