20- Dominación asertiva ( Kagehina )

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— Comprendo que tengas que irte — Decía Hinata a Kageyama, el alfa tenía un partido de voleibol en el extranjero — Pero es necesario

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— Comprendo que tengas que irte — Decía Hinata a Kageyama, el alfa tenía un partido de voleibol en el extranjero — Pero es necesario.

— Shōyō sabes que es necesario que yo vaya, soy el armador oficial del equipo.

El pelinaranja solo aparto la mirada de su esposo, él necesitaba estar junto a su alfa en esos momentos, sabía que iba a estar bien, Suga y Noya no les había pasado nada en sus embarazos lejos de sus alfas, porque a él lo iba a afectar.

— Sabes que te llevaría conmigo si pudiera, pero en tú estado es peligro que subas a un avión — Le recordó el pelinegro a Hinata.

— Lo se — Murmuró triste.

Era la primera vez que ellos se separaban desde hace mucho tiempo, exactamente desde la secundaria.

— Vamos a hacer algo — Dijo el Omega, Kageyama solo levantó una ceja y dirigió su vista a Hinata — Si tú te vas tengo todo el derecho a usar toda tú ropa sin excepciones para mí nido — El alfa abrió los ojos, solo esperaba que Shōyō no encontrará su ropa de gala. — Y también me tienes que traer recuerdos de Estado Unidos por dos.

Los ojos azules del alfa miraban al omega con una pequeña sonrisa.

Hinata sabe cómo sacar provecho a las situaciones cuando las ameritan.

— Está bien, pero no puedes usar mi ropa de gala — Notaba como Shōyō comenzaba hacer un puchero, sabía que esa era la idea del omega — Y no te preocupes solo será una semana.

Le dio un beso en la frente a Hinata.

— Sabes todas las cosas que pueden pasar en una semana — Exclamó el pelinaranja.

— Solo tienes ocho meses de embarazo no exageres — Le dijo teniendo él los ojos cerrados. — Aún no vas a dar a luz, una semana que me ausenté no cambiará eso.

--- Una semana después ---

— Ini simini qii mi iisinti ni cimbiiri isi. — Se burló Hinata que se encontraba en el hospital en esos momentos.

Kageyama solo levando la cabeza para  ver a los ojos al omega con una mirada que decía " Cállate ", aunque a Shōyō solo se reía.

Solo fue una semana.

Una maldita semana.

Tuvo que tomar un avión enseguida cuando sus amigos le avisaron que Hinata había roto fuente.

Sin contar que estar hecho un desastre, ya que estaba saliendo del partido en ese momento cuando su celular sonó, ni tiempo en entrar a las duchar le dio.

Fueron las peores 14 horas de su vida una niña no dejaba de patear  su asiento, eso es realmente molesto.

Pero ya estaba en Japón después de la tortura que había vivido en el avión, llegó al hospital enterándose que llegó tarde al nacimiento del bebé.

No dejaron que viera a su Omega hasta que fuera horas de visita.

Para empeorar la situación, lo mandaron a su casa para que se cambiara de ropa o no lo dejaban entrar.

Cuando entro a su casa era un desastre, para decirles que si se comenzaba a incendiar la cocina no le sorprendería.

Toda su ropa estaba regada por el piso, las cortinas no estaban abiertas y hay pisadas de lodo por toda la casa.

Arreglo y ordenó su hogar, se cambio de ropa y fue al hospital.

De allí a la actualidad.

— Nunca vuelvo a salir al extranjero cuando tú estés en cinta — Admitió el alfa, Hinata solo sonreía, al final del día había conseguido su objetivo, Kageyama no volverá a salir del país por un buen tiempo y tenían en sus brazos un bebé de cabellos desordenados color azabache y muy energético.

Si.

Había sido un buen día.

No tengo nada más que decir, solo

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No tengo nada más que decir, solo...

Espero que lo hayan disfrutado sin más

Besos Mágicos y Abrazos Peligrosos La Autora

Omegacember 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora