l'opportunità

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Marlena:

-Eso fue lo que pasó realmente, Victoria. Lo entiendo, nunca le conté toda la verdad sobre mi madre y tampoco creí que podría afectarlo tanto. Aún así, esperé a que llamara, pasé los días cerca de la puerta para escuchar si volvía.

Una semana después, mi tía regresó emocionada del hospital. El doctor Dante, quién me había atendido desde pequeña le habló de un tratamiento y operación en Londres.

**

-Lo siento, tía. No puedo, tendríamos que irnos de inmediato y, no tenemos dinero suficiente para vivir allá. ¿Y si no funciona?... lo vamos a perder todo.

-No pienses así, Mar. Dante dice que puede ser la oportunidad que hemos estado esperando ¡toda la vida! Tienes muchas posibilidades...

-... ¿Y... si él regresa?

-¡No! Eso no te lo permito. ¿A caso ese chico pensó en ti cuando tomó la decisión de alejarse? Ni siquiera tuvo el valor de decírtelo en persona. Escucha, Mar... aún eres muy joven, a lo largo del camino te decepcionarás del amor una y otra vez. Lo importante, lo que te volverá una mujer valiente, será levantarte y enfrentar el dolor. Debes pensar en ti, ¿te das cuenta lo maravilloso que será poder ver el mundo, a Nina, a mí, a tus amigos... al amor de tu vida? Ahora piensas  que es Damiano, pero, puede no ser él. ¿Vas a dejar ir ese tratamiento, por nada? En una cosa tiene razón, las oportunidades no llegan dos veces.

-Pero, el dinero...

-No te preocupes por eso, yo tengo mis ahorros y sé que puedo resolverlo aunque tenga que pedirle un préstamo al mismísimo diablo.

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Me dolió en el alma tener que irme, Victoria. Honestamente, no teníamos el dinero para pagar un viaje a Londres y mucho menos para costear el tratamiento. Mi madre había gastado parte de su patrimonio en los vicios y cuando falleció me dejó a mi suerte. Olivia se hizo cargo de mí cuando tenía 27. Había abandonado un sin fin de oportunidades laborales y parejas sentimentales que no aceptaban que tuviera que cuidar de mí "No importa Mar, aquel que me quiera me querrá contigo o nada". La amo tanto, siempre fui su prioridad. Se lo debía. No le importaba nada con tal de verme feliz; tanto que, decidió vencer el odio que sentía contra mi padre y habló con él. Yo nunca lo conocí, ella jamás me dijo su nombre. Solo mencionó que mi madre lo había conocido por medio de un representante artístico. No quiso decirme más.

Volamos a Londres quince días después. Habíamos dejado todo, el departamento, los muebles, renunció a su trabajo y únicamente llevamos a Nina. Recuerdo bien sus palabras en el avión...

**

-Escucha, Mar... le he pedido el dinero a tu padre. Me lo dió con la condición de no volver a buscarlo ni regresar a Roma. Con esa cantidad podemos vivir bien por un tiempo, mientras consigo trabajo...

-¿De verdad, no vamos a regresar... nunca?

-No. Él haría TODO lo que esté en sus manos para deshacerse de nosotras. Me lo juró. Es un hombre muy peligroso. Mar, prométeme que pase lo que pase, nunca volverás a Italia... promételo.

**

Victoria:

Las lágrimas brotaban silenciosamente de los ojos de Marlena mientras me contaba la historia. Jamás pensé que el verdadero responsable de la ruptura, fuera... Damiano. Ethan, Thomas y yo, creímos que ella lo había abandonado de repente, pero no por algo así. Ahora entiendo porqué se siente culpable, ni siquiera pudo decirle él mismo lo que estaba pasando... ¡se lo tuvo que pedir a Tony!

La paura del buioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora