La paura del buio

Torna a casa

Damiano:

La voz del presentador de "X Factor" dió inicio al programa. Los jueces estaban en el escenario y el público se escuchaba eufórico. Nosotros seguíamos en los vestidores experimentando un sin fin de emociones pero seguros de una cosa, ganar. La última semana habíamos repetido tantas veces las mismas canciones que en el fondo estábamos exhaustos. La gran final era el momento para darlo todo. Adrenalina recorría nuestros cuerpos escuchando al público corear a gritos  "Måneskin".

La noche anterior, Tony nos había reunido en la gran sala de su mansión...

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-¡Muy bien, Chicos! Mañana van a poder compartir con sus padres, amigos y... -me miró con una sonrisa -todas las personas que aman, su triunfo. Estoy orgulloso de ustedes y sepan que siempre, siempre estaré aquí no sólo como su representante... también como su amigo.

Sus palabras me dieron alivio. Me acerqué a él discretamente, aún no les había comentado nada a mis amigos sobre mi situación con Mar; no quería preocuparlos ni tener que dar demasiadas explicaciones.

-Tony... ¿le has dicho que venga? ¿Verdad?

Él observaba a Victoria y Thomas golpear a Ethan con unos cojines persas. En una parte de la sala, había deliciosos bocadillos que su esposa, Fabiana, había preparado para nosotros antes de regresar a Milán.

-Le envíe las entradas a su dirección. Tranquilo, estoy seguro de que es una bambina de buen corazón. Mañana habrás ganado X Factor y podrán celebrarlo juntos.

-¡Grazie mille! -Respondí.

Estaba apunto de unirme a los demás, cuando Tony me detuvo del hombro.

-Espera, quisiera saber un poco más sobre Marlena. ¿Conoces a sus padres?

-Me habló muy poco de su madre. Parece que era cantante, falleció joven.

-¿Y su padre?

-Nunca hablamos de él. Marlena no lo conoce.

-¡Oh, pobre chica! Parece que ha tenido una vida difícil. Bueno, al menos te tiene a ti y mañana estarán juntos de nuevo. Felicidades, pasaste la prueba. Disfruta esta noche con tus amigos pero asegúrense de dormir bien... mañana tendremos la verdadera diversión.

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Él tiempo pasaba tan lento dentro de los vestidores. Finalmente, estábamos tras bambalinas y logré ver a Gio, a mi padre, mi mamá, los padres de Ethan, Victoria y Thomas. Todos felices, aunque, no vi a Marlena.

El presentador nos anunció, llegó la hora. Las luces cegadoras del escenario se fundían con mis ojos, los gritos de la multitud me impedían escuchar mi propia voz. Brillamos en la primera aparición quedando entre los tres finalistas.

Atrás del escenario había mucha gente trabajando a gritos; estilistas, encargados de vestuario, iluminación y personal de staff. Debido a nuestro tipo de vestuario, fue más complicado prepararnos para la siguiente ronda. Cuando estuve sobre la plataforma elevada, tenía la sensación de poder ver todo el auditorio. Nada... Éramos dos finalistas y yo presentía algo malo.

Tercera aparición, la última para asegurar el triunfo. "¿Estás bien?" preguntó Victoria, con ese tono maternal que la caracteriza, al ver  que mi respiración estaba muy agitada. "Tutto bene" respondí, antes de salir al escenario.

Mi voz sonaba mientras mi corazón buscaba entre la gente esa sonrisa, esa mirada, ese amor incondicional que brotaba de su pecho cuando me escuchaba cantar.